El discurso de Luis Arce por el Día del Estado Plurinacional, conllevó críticas de políticos opositores, quienes observaron que el mandatario se concentra en atacar a la gestión anterior, “lavándose las manos” respecto a su responsabilidad para enfrentar a la pandemia y, además, cuestionando su propia legitimidad.

Arce, en su discurso se extendió en críticas a la gestión de Jeanine Añez, respecto a su forma de asumir el mando y su gestión frente a la pandemia y la economía. También reiteró sus planes y políticas para encarar la crisis sanitaria y reactivar el aspecto económico.

El líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, sostuvo que Arce sigue polarizando a la sociedad boliviana, sembrando el audio, en un discurso que calificó de “quejumbroso, de alguien que no sabe hacia dónde ir y prefiere justificarse culpando a los demás”.

Afirmó que le plan de Arce para la pandemia es una conveniente “lavada de manos”, porque se encargará de comprar las vacunas, dejando a las gobernaciones la responsabilidad de los servicios de salud, la contratación de médicos y la compra de remedios e insumos.

El dirigente de Demócratas, Gonzalo Barrientos, también observó que el mandatario se “lava las manos”.

“Hemos visto hoy un presidente que ha asumido el rol de ‘Pilatos’, que lo único que ha hecho ha sido lavarse las manos, echarle la culpa a un gobierno transitorio de 11 meses”, dijo el también candidato a alcalde de Potosí.

Barrientos también criticó al Jefe de Estado por volver a referirse a temas como un supuesto “golpe de Estado”.

En su discurso, el presidente dijo que el fraude denunciado en 2019 no se ha comprobado y que en noviembre de ese año, cuando renunció Evo Morales, se interrumpió 37 años de democracia.

El expresidente Jorge Tuto Quiroga consideró que Arce, con sus palabras, “cuestiona su propia legitimidad e insinúa que devolverá presidencia a Evo”.

Además, el excandidato presidencial señaló que el mandatario brindó un informe negativo de la gestión anterior, prometió vacunas que no tienen fecha de llegada y abandona la sanidad ante colapso y a la educación en puertas del retorno a clases.

La expresidente Jeanine Añez, cuya gestión fue el blanco de las críticas de Arce, ironizó con el discurso del mandatario. 

“Si el señor Arce trabajara tanto en la pandemia como el empeño que pone en atacarme, Bolivia saldría ganando. El 2020 frenamos la pandemia: bajamos a 48 contagios diarios. Eso se logra con trabajo. No con odio”, publicó en redes sociales.

A su turno, Luis Fernando Camacho manifestó que Arce "es un títere de Evo Morales" y usó su discurso con el "objetivo secundar la posición de Evo Morales en su campaña para borrar el fraude que le hizo al pueblo y la democracia el 2019".

"El gobierno Arce es igual que el de Añez, todo son anuncios y corrupción, pues los contratos suscritos para comprar las vacunas tienen cláusulas de confidencialidad que violan la CPE y las leyes, lo que significa corrupción", agregó.