INVASIÓN DE ANTOFAGASTA DE 1879
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Luis Arce: “Jamás renunciaremos a nuestra salida al mar”

Presidente Luis Arce. Foto/archivo

El presidente Luis Arce reafirmó la irrenunciable condición de exigir una salida al Océano Pacífico, al recordar este domingo 142 años de la invasión chilena al puerto boliviano de Antofagasta que desató la guerra con Chile.

“Conmemoramos el aniversario de la invasión de Antofagasta en 1879, rindiendo homenaje a nuestras heroínas y héroes que defendieron la soberanía de la Patria, como la niña Genoveva Ríos, que arriesgó la vida para salvar nuestra tricolor. Jamás renunciaremos a nuestra salida al mar”, escribió en su cuenta de twitter.

El expresidente Evo Morales igualmente se pronunció sobre esta fecha, afirmando que la demanda marítima de Bolivia surgió por la invasión y despojo de nuestro territorio en el Pacífico, el 14 de febrero de 1879.

“Tribunales internacionales reconocieron que Bolivia nació con más de 400 Km de costa; que no hubo solución y recomendaron continuar negociaciones”, dice en su cuenta de twitter.

Agrega que este 14 de febrero, día de la invasión militar chilena a nuestras costas “proclamamos la justa aspiración de los pueblos: Mar Para Bolivia y Mar para Chile, porque el pueblo chileno también ha perdido su mar, ahora de propiedad de unas cinco familias de empresarios”.

Morales demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya donde los jueces fallaron a favor de Chile en la demanda que buscaba una salida a las costas del Pacífico.

En una votación de 12 a favor contra 3 en contra, la Corte afirmó el 2 de octubre de 2018, que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico.

Aseguró que Santiago “no está jurídicamente obligado a hacerlo, porque ninguno de los acuerdos o tratados firmados por ambos países a lo largo de los años así lo indica; tampoco lo indican otras resoluciones internacionales”.

Esta gestión de Evo Morales fue duramente criticada por sectores políticos de la oposición porque a partir del fallo, la exigencia boliviana está sujeta a un diálogo bilateral que depende mucho de la voluntad chilena.