Tras un análisis al Presupuesto General de la Nación, la Fundación Jubileo observa que las finanzas públicas registran un constante deterioro por el déficit fiscal, el insostenible del endeudamiento y por el hecho que el gobierno prefiere gastar más de lo que recibe por concepto de tributos e ingresos por exportaciones.

Sostiene que el verdadero efecto del coronavirus se vio en la elaboración del Presupuesto 2021, registrando una caída notable de los ingresos, principalmente los provenientes del rubro de impuestos que cayeron de 50.417 millones bolivianos en 2020 a 38.716 millones para este año, mientras que el IDH aportará 9.850 millones.

El gasto corriente presupuestado para este año fue programado en Bs 129.807 millones menor en 5,9% con relación a 2020. El ítem de sueldos y salarios para este año se ha previsto 43.205 millones de bolivianos, registrando un leve incremento respecto al año pasado cuando se tuvo 42.713 millones.

La inversión pública mantiene su tendencia a la abaja desde el 2015. Para este año el total alcanza a 4.011 millones de dólares, frente a los 4.392 millones de 2020.  Observa que el Ejecutivo programa, pero su ejecución depende del acceso a fuentes de financiamiento.

Los mayores rubros que reciben inversión pública son transportes, caminos y otros con 34%, salud con 12%, energía 11% e hidrocarburos (9%) que concentran el 66%. Los sectores agropecuarios, industria y turismo que generan ingresos y empleo, solo reciben el 9%.

El déficit fiscal llega al 9 por ciento y la deuda pública total a 22.528 millones de dólares dando señales de insostenibilidad, dice Jubileo. De esa cantidad, 10.356 millones de dólares corresponden a la deuda interna y 12.172 millones de dólares a la deuda externa.

Particularmente en la gestión 2020, la deuda interna se disparó, debido a los créditos de emergencia que se tomaron del Banco Central, llegando al equivalente de $us 10.356 millones, indica.

Jubileo alerta que, si no se realizan ajustes o reformas no solamente a nivel de las finanzas públicas, sino de la economía en su conjunto, podrían desencadenarse problemas mayores, por lo que sugiere corregir los desequilibrios macroeconómicos para preservar la estabilidad, un plan de reactivación de la economía y un planteamiento de desarrollo que sea sostenible.

El presupuesto de las Gobernaciones se reducirá de 6.574 millones de bolivianos en 2020 a 5.710 para este año, mientras que los gobiernos municipales sufrirán una grave reducción de 20.682 a 16.766 millones para este año.  

Concluye que es preocupante el estado de las finanzas públicas, más aún si no se advierte una reflexión y políticas que estén orientadas a solucionar estos problemas.  A pesar de las claras señales de insostenibilidad, se sigue con el mismo discurso y orientación que ha conducido al país a esta complicada situación, segun dice Jubileo.