EL CAMBIO ES UN IMPERATIVO MORAL
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Goni reaparece y propone hacer “La Constitución de Todos” para retornar a la República de personas libres

Portada de su mensaje. /Fotocomposición

Tras guardar un prolongado silencio en Estados Unidos durante 19 años, el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, difundió este domingo su propuesta de elaborar “La Constitución de Todos”, destinada a retornar a la República con una sociedad de personas libres y evitar que los poderes políticos y económicos tengan una gravitación desmedida.

“Este año 2023, con la gracia de Dios, habré cumplido 93 años de edad, 19 de ellos, junto a mi familia, en el exilio. Una larga y amarga travesía. La edad vino acompañada, como por suerte ocurre, con una mayor dosis de serenidad y espero que con un poco más de sabiduría; el exilio, con la abrumadora nostalgia de la Patria lejana”, dice en su mensaje inicial.

Cree sinceramente que ha llegado el momento de plantear una propuesta destinada a cambiar estructuralmente el sistema institucional del país, a partir de la defensa de la libertad y la democracia del asedio del autoritarismo, mediante mecanismos flexibles acordes con la inestable realidad del mundo.

“Creo, además, que en los tempestuosos días que nos toca vivir, un cambio de esa naturaleza ya no es sólo una necesidad política, sino también un imperativo moral”, escribió al considerar que la mayoría de los bolivianos coincidiría con él sobre la necesidad de cambiar muchas cosas en Bolivia.

Sugiere dejar la visión pesimista de la historia y propone a los bolivianos levantarse para liberarse de los atavismos que nos atan al pasado, aligerar la mochila, y encaminarnos con paso seguro al futuro.

Admite que no será fácil la tarea, desde luego porque requiere decisión, tolerancia y desprendimiento. Sólo así podremos adoptar una visión que, sin ser unánime, coincida en lo sustancial y esté desprovista de las verdades absolutas que nos conducen a la división y al fracaso, sostiene en su mensaje.

ALGUNAS PROPUESTAS

Observa que Bolivia se dirige hacia una peligrosa pendiente de desinstitucionalización y por ello plantea un proyecto de Constitución Política del Estado, cuyo último fin es garantizar el imperio de la libertad y la equidad social, en el marco de la democracia que es “la llave de nuestro destino en todos los órdenes”.

En lo político, propone una democracia representativa de carácter parlamentario con un presidente de poder limitado, pero de “gran autoridad moral”, atributo indispensable para que pueda ejercer con dignidad su condición de Capitán General de las Fuerzas Armadas y nombrar, con el asesoramiento de un Consejo de Estado creado para el efecto, a las principales autoridades militares, judiciales y electorales de la Nación. Concluido ese trámite, el presidente no tendrá ninguna potestad sobre esas autoridades, cuya independencia es uno de los pilares del actual proyecto de Constitución.

Sugiere crear la figura de un primer ministro con cargo operativo del gobierno. El presidente tendrá como sede de sus funciones la capital de la República y el primer ministro la ciudad sede del gobierno. El objetivo principal es la estabilidad política y la erradicación del autoritarismo, dice en su propuesta.

En relación al sistema judicial, propone crear mecanismos sencillos y prácticos que le aseguren solvencia e independencia. De lo que se trata es de tener un árbitro imparcial, no un cómplice ni un verdugo, puntualiza Sánchez de Lozada.

En el tema electoral, plantea un sistema que garantice y respete la expresión libre y transparente de la voluntad popular.  

En lo económico, prioriza la iniciativa y la creatividad de las personas, sin descartar la intervención del Estado en áreas que éstas no puedan cumplir. El proyecto plantea también que la propiedad de la tierra y de los recursos naturales sea de los bolivianos y no del Estado. El papel de éste debería ser el de un regulador que evite monopolios y abusos y defienda a los más vulnerables.

Remarca que su proyecto aspira a hacer de Bolivia una sociedad de personas libres y establecer una sociedad ante todo respetuosa del medio ambiente, abierta al mundo y a las nuevas ideas y tecnologías.

“De lo que trata, en definitiva, es de restituir la República de Bolivia con una visión moderna, pero en armonía con los valores que la hicieron posible en 1825. Ese espíritu es el que pretende rescatar este proyecto de Constitución que hoy pongo en manos de los bolivianos. Volver al futuro, podría decirse, porque a veces hay que volver al pasado para enfrentar el futuro”, manifiesta.

ESTABILIDAD POLÍTICA

Admite que antes surgieron otras propuestas similares y aclara que la suya señala claramente paso a paso los mecanismos para proteger la estabilidad política y evitar que la lucha por el poder se desarrolle al margen de la democracia y sus instituciones.

Pide a los bolivianos dejar de lado la traición, el puñal y el veneno como formas de dirimir esa lucha. Sánchez de Lozada sostiene que su plan no es la palabra definitiva y que, siendo un expresidente, y como tal un político, su propuesta no está destinada a la política partidaria, sino a la sociedad en su conjunto.

“He llamado a este proyecto La Constitución de Todos, como en su momento llamé El Plan de Todos al proyecto de cambiar Bolivia y prepararla para el Siglo XXI. Cambiar Bolivia para bien, es lo que siempre he anhelado en mi mente y en mi corazón por la sencilla razón de que amo a Bolivia. Bolivia es la tierra donde he nacido y donde han nacido mis padres y mis hijos. Bolivia es el horizonte que me convoca en mis sueños. Bolivia seguirá siendo en consecuencia, hasta mi último aliento, mi tierra prometida”, dice el documento que lleva su firma.