INVESTIGACIÓN
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Un pueblo indígena pasó de habitar amplios territorios amazónicos a ocupar un rincón urbano

Habitantes indígenas ese ejjas de Eyiyoquibo. Foto: Fundación Tierra

Los ese ejjas de Eyiyoquibo, pueblo indígena de la Amazonía, tenían su medio de vida tradicional dependiente de la pesca. Por ello vivían en la rivera de los ríos, moviéndose con libertad por los afluentes. Sin embargo, en las últimas dos décadas, su situación cambió radicalmente y ahora se encuentran arrinconados en un espacio semiurbano, alejados de sus orígenes.

La comunidad Eyiyoquibo es un caso emblemático de reductos de poblaciones indígenas semi aisladas de la Amazonía que no tienen territorio.  Esta compleja realidad es abordada en el informe “Ese ejja de Eyiyoquibo, pueblo indígena de contacto inicial”, documento que será presentado este jueves 29 de septiembre en la ciudad de La Paz.”. Una de las razones tiene que ver con su condición de contacto inicial que minimizó las posibilidades de ejercer sus derechos territoriales ante el Estado.

La investigación —que es parte de una iniciativa conjunta entre la Fundación y TIERRA y Welthungerhilfe (WHH)— busca analizar y entender por qué este pueblo no tiene un territorio considerando que en Bolivia hubo una amplia apertura del proceso de saneamiento, en cuanto a derechos indígenas se refiere, tenía el objetivo de reconstituir territorios indígenas ancestrales.

Actualmente, en Bolivia hay ocho comunidades ese ejjas asentadas a lo largo de los ríos Beni, Madre de Dios y Orthon, en tres departamentos: Pando, Beni y La Paz. Eyiyoquibo es una ellas, está ubicada en el norte del departamento de La Paz, en el municipio de San Buenaventura, en las cercanías del centro poblado del mismo nombre, entre las riberas del río Beni y la carretera San Buenaventura-Ixiamas.

La comunidad Eyiyoquibo, no teniendo territorio libre para la subsistencia de sus habitantes y como si se tratara de un barrio común, está ubicada en un área periurbana de 10 hectáreas concedida por una misión evangélica el año 2000. Allí residen alrededor de 400 personas en 27 viviendas construidas por el Estado y con escasos servicios básicos. Su reducción en un asentamiento fijo ha implicado sostener un relacionamiento permanente con la sociedad dominante y adoptar nuevas formas de subsistencia lejos de su vida tradicional, esto como forma de integrarse a la sociedad.

“Fundación TIERRA espera que esta investigación pueda ser útil para la población ese ejja de Eyiyoquibo y en general, para los pueblos indígenas minoritarios en situación de alta vulnerabilidad y contacto inicial. El estudio plantea el desafío de considerar medidas y protocolos especialmente diseñados para el relacionamiento con comunidades tan vulnerables como la de Eyiyoquibo, haciendo un llamamiento a los distintos actores que intervienen en la región (…) a reflexionar sobre los impactos de su presencia en términos de la vida, la cultura y los medios de reproducción de la comunidad y ajustarlos para minimizar los efectos  negativos que pudiesen estar generando de manera involuntaria”, señala parte de la presentación del documento.

*Con información de la Fundación Tierra