EN EL NORTE DEL PAÍS
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Testimonios de indígenas t’simanes ante la violación de sus derechos

Por Agencia de Noticias Ambientales

El territorio según la mirada de los indígenas t´simanes integra todos los elementos de vida en la biodiversidad, tanto natural como espiritualmente son uno solo. Es el lugar donde ellos desarrollan su vida comunitaria ejerciendo así, sus derechos colectivos.

Comunidades t’simanes’ que forman el subconsejo Tsimane Sector Yacuma, no cuentan con el reconocimiento de personería jurídica, hecho que les impide tener la posesión legal de sus tierras y su derecho a la identidad cultural, a pesar que el año 2017 el INRA había comprobado la existencia de estas comunidades.

De catorce comunidades chimanes’ que se encuentra entre Yucumo y Rurrenabaque, ocho fueron declaradas como tierra fiscal, por lo cual están en la lucha de conseguir su personería, dos comunidades abandonaron la zona y cuatro comunidades consiguieron su titulación.

El año 2017, el INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria) comprobó la existencia de 14 comunidades tsimanes’ que se encuentran dispersas entre Yucumo y Rurrenabaque, formando así el subconsejo Tsimane Sector Yacuma, el Estado les negó, a través de la Gobernación del Beni, el reconocimiento de personería jurídica, y al contrario declaró su territorio como tierra fiscal.

Consecuentemente, esta disposición estatal rechazó a ese pueblo originario el ejercicio pleno de los derechos civiles, políticos, sociales y culturales como el acceso a su demanda de tierras, el derecho a la identidad cultural y la participación ciudadana; es decir, el respeto a sus normas y procedimientos propios, así como los derechos y obligaciones que debería tener cada ciudadano boliviano.

Bosques del Sector Yacuma están siendo deforestados por los asentamientos que aprobaron las autoridades


El territorio de los chimanes sufre invasiones que depredan el bosque y su biodiversidad. (Foto A.M. Oblitas)

Este pueblo originario sufre de avasallamiento constante al que es sometido por parte de terceras personas que invaden su territorio de manera sistemática, depredando los bosques, plaqueteando (poner un valor como activo) los árboles, quienes justifican su accionar con supuestos planes de manejo, con certificados y resoluciones de asentamientos que les otorga el INRA, aprovechando su natural conducta pacífica.

La comunidad Tsimane ha sido desplazada con engaños a los pies de los cerros, han incendiado sus viviendas y ellos guardan silencio ante las amenazas diarias que reciben, internándose más en el bosque y sintiéndose acorralados, al no poder circular de manera libre, sin poder cazar o pescar en su propio territorio, vulnerando sus derechos a la seguridad ciudadana y libre tránsito en las tierras que les pertenece por derecho y que desde tiempos inmemorables.

De acuerdo al artículo 30, parágrafos I, II y III de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, ello debería ser una garantía para el ejercicio de estos derechos.

Comunidades indígenas soportan acoso, avasallamiento, sobreposición y divisionismo en su propio territorio


El sector sufre permanentes ingresos de sectores denominados interculturales. (Foto A.M. Oblitas)

No hace mucho tiempo, ante la vulneración constante de sus derechos se han visto en la necesidad de aprender a hablar el español, para poder entender las normas y leyes que ejercen en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, obligados al enterarse que su propio territorio ya tiene otro dueño. Es por eso que han decidido defender y luchar por su territorio, que desde tiempos ancestrales, incluso antes de la llegada de los españoles, les pertenecía por derecho.

Así nos explica el corregidor de la comunidad indígena Tsimane Tuvij Tumsi, (campanilla); “Así siempre es, aquí los interculturales se entran nomás a nuestra comunidad, nos amenazan a todos los T´simanes, nosotros vivimos ahí, siempre hemos vivido, hemos nacido y crecido aquí; en cambio ellos (los interculturales) de dónde habrán venido, cómo nos van a botar si nosotros vivimos siempre aquí”.

“Nosotros los T´simanes  en todo esto siempre hemos vivido, nos quieren sacar de nuestro territorio y no nos vamos a dejar, vamos a pelear como indígenas nuestro territorio, hasta que se titule a nuestro nombre, somos indígenas originarios de aquí, y vamos a dejar esta herencia para nuestros hijos, los pueblos vamos a desaparecer tenemos que pelear juntos, discutir, cómo se unen ellos, nosotros también tenemos que agruparnos, nuestra fotocopia de carnet nos piden para pedir a nombre de nosotros beneficios, ellos ganan bien así abusan de nosotros como indígenas T´simane”, concluye.

Son muchos los factores para que las comunidades indígenas soporten el acoso, avasallamiento, sobreposición y divisionismo de su territorio, la distancia, la falta de acceso a los caminos, el transporte, la comunicación, la falta de educación y la falta de conocimiento de las normas y leyes que rigen nuestro Estado Plurinacional de Bolivia.


Este pueblo originario es acosado con resoluciones judiciales que pretenden expulsarlos de su territorio. (Foto A.M. Oblitas)

Así lo manifiesta Norah, comunaria indígena de la comunidad Palmira: “Yo soy Norah, yo también voy hablar, vivo en Palmira, estamos buscando apoyo no sabemos escribir ni leer, que nuestro presidente nos apoye, para que podamos aprender a leer y escribir. No sabemos hablar español, esperemos que haya escuela” manifiesta.

El corregidor de Palmira sostiene en su dialecto: “Hace tiempo que vivimos ahí peleando siempre con gente de afuera que vive en Alto Beni, Yacuma, Caranavi, quieren quitarnos nuestro territorio con demandas, demandando nuestro territorio para después botarnos con resoluciones, de ahí tenemos problemas con las comunidades que se han creado como Tres amigos, Yacuma C y Jerusalén, quienes lograron su resolución y nos han quitado a 350 hectáreas cada una de ellas”.

“Nosotros queremos todo nuestro territorio ¿Dónde van a vivir nuestros hijos en el sector Yacuma? estoy presentando papeles como corregidor de mi comunidad para defender nuestro territorio, ya que tenemos árboles maderables, nosotros no nos vamos a dejar, todos los árboles están plaqueteados por los colonos y los están vendiendo, todo lo venden. Porque dicen que tienen derecho todo lo venden plaqueteado toda la parcela, en cambio, nosotros pensamos en nuestros hijos; para que ellos puedan cazar y pescar, libres en nuestro territorio sector Yacuma”, finalizó.

Los t´simanes son respetuosos de la naturaleza, en especial de los árboles antiguos, ya que ellos señalan el entierro de un ser querido como un abuelo y bisabuelo que ellos visitan en sus recorridos, consideran a la naturaleza como su mercado natural pues ella les brinda sus frutos, animales y su hogar a cambio de que ellos la protejan y la respeten como cada ser vivo que habita dentro de ella.

Testimonios de las comunidades indígenas ante la violación de sus derechos


Inclusive algunos chimanes fueron muertos luego de ser obligados a salir de sus viviendas por los avasalladores. (Foto A.M. Oblitas

Existen muchos otros testimonios, como los de la comunidad indígena T´simane Jatatal, San Gabriel, comunarios que tuvieron que salir huyendo al ver incendiadas sus viviendas por los interculturales.

La ambición es tal, que se llegó al asombroso y extremo caso de la niña Adela Sarabia de 12 años de edad, de la comunidad indígena Rio Grande, donde una tarde entró la policía a la comunidad y los quisieron desalojar, ellos, ante tal amenaza huyeron al bosque. Resultado de la huida, la niña Adela desapareció, su familia la buscó incansablemente, hasta que la encontraron muerta a la orilla del río, con un balazo entre el cerebro y el cuello, según relata el corregidor de la comunidad.

Este caso fue denunciado, pero sin conseguir ningún resultado. Ahora los interculturales niegan este hecho, su versión es “La mató el hijo retrasado de un brasilero que vivía por ahí”. También niegan que la policía fue al lugar a desalojar a los indígenas, no existen los documentos que prueban, porque se los quitaron, con el pretexto de sacarle fotocopia.

Durante esta investigación, se buscó al hermano de la niña Adela Sarabia de 12 años, para que relate lo sucedido, pero los familiares fueron increpados por los interculturales y no nos dejaron ingresar al lugar donde está enterrada su hermana. Luego de lo sucedido, la mamá de la niña desapareció, al parecer se vio obligada a salir de su comunidad para Alto Colorado.

Este atentado en contra de la niña, no fue aclarado por las autoridades hasta la fecha. Ésta y otras evidentes violaciones a los derechos individuales y colectivos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que se encuentran garantizados por el Artículo 30, parágrafos I, II y III de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, están siendo vulneradas; sus habitantes, sistemáticamente están frente a un serio y latente peligro de etnocidio.