Opinion

PERFECTO MANUAL DEL SONSO-VIVO
Paralelo 21
Pablo Pizarro Guzmán
Lunes, 20 Octubre, 2014 - 11:07

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No son perceptibles a simple vista. Pasancuasi desapercibidos. Al parecer nunca conocen de lo que sucede a su alrededor. Cuando hablan miran para otro lado y jamás aseveran o desmienten algo.  Son muy gentiles, grandes dicharacheros, con la palabra justa y la voz lista para endulzar los oídos. La pleitesía y la picardía son sus armas preferidas.

Se desconoce su origen. Tal vez, algún ADN perdidoque recayó por estos valles y que fue configurando unaespecie bien definida, moldeada por los artilugios cotidianos.Una actitud cultural de base ancha que se reprodujo por espontaneidad. No pertenecen a ningúnestrato, todo lo contrario, habitan en todas partes con la mayor naturalidad.

Son los llamados sonsos vivos, y poseen algunas características peculiares:

Cuentan con una colección de máscaras a ser usadas en el momento menos esperado. Siempre tienen un as bajo la manga, que salta de imprevisto y que aflora como un florete dispuesto a socavar. Su comportamiento conlleva años de proezas, cual monjes que se forjan con la meditación. 

Son seres que se privan de muy pocas cosas. Llevan una vida, a expensas, muy holgada. Altamente individualistas y egoístas. Nada más existe su alrededor que ellos mismos. No se desgañitan por nada ni por nadie. Viven muy cómodos y de sobra. Su lema preferido es: “salvarme yo y nadie más que yo”.

La viveza criolla con la que actúan denota astucia y sagacidad. Sobre una metamorfosis de principios y valores, acorde a sus necesidades materiales y de figuración. Cambian de opinión según la ocasión. En circunstancias adversas meten la cabeza como el avestruz o transmutan de color como el camaleón.

Dispuestos a venderse al mejor postor. Hoy pueden rezar un padre nuestro y mañana el Corán. Su mayor devoción es el lucro personal. Son un atentado a las instituciones públicas. Cuando pueden y tienen la oportunidad hacen uso y abuso del erario público. Observan con desdénel presente y futuro de las próximas generaciones como también la historia de un pueblo.

Transitan las calles como salvadores. Ante la tragedia, venden la ilusión de que no pasó ni pasa nada. Pragmáticos a decir basta. Para cada ocasión un cuento de las mil y una noches. Nunca se sabe lo que piensan y menos los que harán a tus espaldas. En definitiva, mentes pueriles que perforan la dignidad de un pueblo.

Sin embargo, en nuestra sociedad aún existen hombres y mujeres con principios sólidos. Personas correctas en sus decisiones y competentes en la cosa pública. Por eso la lucha será sin cuartel ni piedad, sobre todo contra la desmitificación de personajes que nos quieren hacer creer que nuestro destino estaría marcado. Nunca jamás.