Social
Pide a pobladores consumir agua embotellada
Gobierno declara desastre ambiental por Alpacoma
El deslizamiento se reporte desde el martes. Foto: Concejo Municipal.


Viernes, 18 Enero, 2019 - 13:21

El Gobierno declaró desastre medioambiental y alerta sanitaria, debido al deslizamiento de lixiviado que ocurrió desde el martes en el relleno sanitario de Alpacoma, de la ciudad de La Paz, informó el Ministerio de Salud.

“Este desastre ambiental, que ha siso catalogado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, se nos constituye en una alerta sanitaria, pero si las cosas recrudecen vamos a pasar a una etapa de emergencia sanitaria”, dijo el responsable del Programa Nacional de Salud Ambiental, Daniel Cruz.

Explicó que el peligro está en que los lixiviados tengan no sólo desechos biológicos, sino también químicos, que sean altamente tóxicos.

Señaló que el riesgo es que el material tóxico llegue al río Achocalla, o que penetre las capas subterráneas y se desplace a partir de ese estrato, dañando cultivos y a las personas.

Cruz recomendó que la población de esa área evite consumir el agua del río Achocalla, que no se los dé a los animales ni permita que sus niños juegues en su alrededor.

María Reneé Castro, Directora del Instituto Nacional en Laboratorios de Salud (Inlasa), quien calificó la situación de emergencia, recomendó a los pobladores del sector  que consuman agua embotellada, mientras no se sepa el impacto real de la contaminación.

Explicó que de sólo haber una contaminación biológica los efectos en las personas se sentirían en problemas como diarreas, que se pueden solucionar, pero de haber tóxicos las consecuencias no se verán de inmediato y se pueden incluso abortos.

Horas antes del anuncio del Ministerio, el alcalde Luis Revilla pidió este viernes a las autoridades municipales de Achocalla levantar el bloqueo en el ingreso del Relleno Sanitario de Alpacoma.

La Alcaldía informó que se construyó tres diques, dos en la parte inferior del relleno, donde se encuentra la quebrada, y el tercero en la intersección de la quebrada y el río Achocalla, este último con una altura de al menos seis metros a fin de evitar que los lixiviados ingresen a las aguas.