Sedem firma contrato para la Fábrica de Cemento de Potosí

El presidente Evo Morales presenció este martes la firma del contrato entre el Sedem y un consorcio alemán-español, para la construcción de la “Fábrica de Cemento Potosí” que demandará una inversión cercana a 241 millones de dólares financiados por el Banco Central de Bolivia y un plazo de ejecución de 30 meses.

El proyecto fue impulsado por el Servicio de Empresas Públicas Productivas (Sedem) dirigido por Patricia Ballivián, quien firmó el contrato con el representante legal del consorcio que instalará la planta, cuya capacidad de producción fue estimada en 1 millón 300 mil toneladas de cemento anuales.

“Vamos a construir la planta más grande en su línea completa en Bolivia. Tiene una moderna tecnología de punta patentada con un monto de 241 millones de dólares. En 30 meses vamos a estar produciendo nuestro cemento y vamos a tener un plazo de 6 meses adicional para el proceso de formación de nuestra gente”, explicó.

Ballivián precisó que la planta con todos los servicios, estará ubicada en la comunidad de Chutara que donó 40 hectáreas de terreno y el yacimiento está situado en la comunidad de Turicaya que aportará 20.3 millones de toneladas de materia prima.  Adicionalmente se ubicaron posibles reservas en las comunidades Mondragón, Tica Tica, Cagui y Huacachaqui que ofrecen yacimientos para casi 100 años de explotación.

Morales en su discurso dijo que la construcción de la fábrica significa ampliar el aparato productivo del país, en base al Programa Nacional de Desarrollo que prevé el incremento de los sectores productivos del país.

Sostuvo que el objetivo es acabar con la importación de cemento, cubrir la demanda interna de cemento y exportar los excedentes. Destacó el crédito proveniente de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia que financiará más de 300 millones de dólares que incluye la instalación y un capital de operaciones de 30 millones de dólares.

El acto fue realizado en el coliseo cerrado de la ciudad de Potosí ante masiva presencia de organizaciones sociales, autoridades de la gobernación y alcaldía de la Villa Imperial, y el presidente del Banco  Central de Bolivia, Pablo Ramos.

La fábrica fue una demanda histórica de las organizaciones cívicas potosinas que protagonizaron varias luchas con paros y bloqueos en procura de lograr la atención del gobierno central. Sin embargo los representantes de estas luchas no estuvieron presentes en la firma del contrato. 

“Misión cumplida”, afirmó Morales al destacar los resultados del proceso de cambio con relación a los gobiernos anteriores que implantaron un modelo neoliberal y privatiazador.