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Desde Apolo
Concejal niega tratos crueles al discapacitado “Lulincho”
Lulincho, de 68 años, un caso de trata que la fiscalía aún no investiga. Foto/RM

Sábado, 2 Julio, 2016 - 15:33

“Lulincho, el hombre que vive como en tiempos de pongueaje”, fue el título de la nota periodística que ERBOL publicó el 22 de junio,  para relatar la historia de un anciano con discapacidad que vive en la propiedad de la concejal de Apolo, Roxana Miranda, sin derecho a un salario ni una vivienda digna.

La concejal se contactó con la emisora para confirmar que el personaje existe, que vive en su propiedad, pero no en medio de tratos crueles, inhumanos y degradantes, tal como  denunciaron ante la Fiscalía Departamental de La Paz.

“Lo conozco. Pero él no se llama Lulincho, se llama Lorenzo Yarichiri Coqui, nació el 6 de octubre de 1948. No es verdad que no tiene una identidad, él tiene una identidad, una identidad que se la he dado yo, para que el señor pueda acceder a sus beneficios sociales. Él vive conmigo en una hacienda de mi propiedad, pero no trabaja conmigo, eso es mentira.  A él lo hemos recogido para que viva con nosotros en un acto de humanidad”, aseveró Miranda.

El hecho fue dado a conocer por los miembros del Centro Cívico de Residentes de Apolo, Aníbal Daleney y William Salazar, quienes aseguran que acudieron a distintas autoridades en busca de ayuda para “Lulincho”, sin que éstas se hayan pronunciado hasta la fecha.

“Cuando pusimos la denuncia, nos dijeron que la figura de esclavitud no existía, así que se la acusa de trata a la concejal. Lo que queremos es que se saque a Lulincho del lugar y que se los traiga a La Paz”, dijo Daleney. 

El 20 de abril, se hizo llegar el caso a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH). En la nota enviada se relata que “Lulincho” supuestamente trabaja como cuidador desde hace 20 años, tiempo en el cual el anciano sería obligado a limpiar el terreno y reparar la vivienda.

Sin embargo, el anciano no recibiría paga y viviría en un cuarto pequeño de ladrillo, donde su único mueble es una “cama” improvisada con dos maderas, dos frazadas raídas y tiene una cocina a leña donde cocina sus alimentos, además que hace sus necesidades a la intemperie.

Según la concejal Miranda, Lulincho, tiene su propia habitación, baño y cocina, que aunque no se puede decir que “vive en una mansión”, al menos tiene un lugar modesto donde vivir.

“Las veces que ha ido la Defensoría a hacer alguna inspección, no lo han encontrado porque él sale. Él tiene llaves para entrar y salir libremente de la casa, no está como un esclavo. No trabaja para nosotros”, aseguró. 

Asimismo dijo que Daleney y Salazar, no viven en el municipio de Apolo por lo que no pueden cumplir las funciones de Control Social. Además afirmó que ambos tienen un proceso penal iniciado por su padre, Rubén Miranda en contra de ellos. 

“Mi padre mantiene un proceso penal, incluso, este señor Anibal Daleney, ya está con una imputación formal. Las calumnias que hacen es por venganza (…) Este señor Daleney ha cometido delitos, ha hecho sanear tierras que no correspondían”, indicó.

Por otro lado, se denuncia que “Lulincho” recibe maltrato psicológico y verbal por parte de Miranda, quien actuaría de esta forma para amedrentar al anciano y continuar reteniéndolo, lo cual también fue negado por la concejal.

El 27 de abril, los denunciantes enviaron otra carta. Esta vez a la ministra de Justicia, Virginia Velasco, con los mismos datos y el  16 de mayo, se mandó carta al fiscal Departamental de La Paz, Edwin Blanco denunciando tratos crueles.

Daleney concluyó al decir que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos tiene previsto realizar una inspección la próxima semana..

 

 

 

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