Internacional
Necesidad de refundar fuerza política tras su colapso
Los demócratas en crisis de identidad
La dinastía Clinton en su ocaso (FOTO: TN)

Jueves, 10 Noviembre, 2016 - 19:18

"Caos", "shock", "crisis de identidad", riesgo de "guerra civil" interna: son las palabras más usadas por los medios estadounidenses para describir el día después del Partido Demócrata.

Una fuerza política que quedó reducida a escombros por la "dolorosa" derrota de Hillary Clinton, que parece marcar el fin no sólo de una dinastía familiar sino también de una época.

El único hoy en romper el silencio fue Bernie Sanders, el senador liberal que había seducido a multitudes de jóvenes pero que se vio obligado a ceder el paso en las Primarias a Hillary Clinton. Su derrota "es una vergüenza para todo el Partido Demócrata", acusó, al tiempo que denunció la "falta de entusiasmo" entre los demócratas como causa principal, y no descartando volver a presentarse en el 2020.

"Cuatro años es mucho, pero no descarto nada", explicó. Todos pensaban que, luego del primer afroamericano en la Casa Blanca, había llegado el tiempo de la primera mujer. En cambio, de un sólo golpe, los demócratas perdieron todo, Presidencia, Cámara de Representantes, Senado, un gran número de gobernadores y parlamentarios locales, incluida la Kentucky House por primera vez en casi un siglo.

Jamás habían tenido tan poco poder desde 1928, según Simon Rosenberg, viejo estratega demócrata. Una erosión sistematica de poder que comenzó durante la presidencia de Obama, a partir de 2010, cuando los demócratas perdieron el control de la Cámara en las devastadoras elecciones de medio término de 2010, su peor derrota desde la Gran Depresión.

Ahora necesitan encontrar un nuevo liderazgo, refundar el partido, plasmar su nueva alma, trazar su nueva frontera, redescubrir las raíces del New Deal para recuperar el electorado perdido y construir una coalición duradera, como la de Franklin Roosevelt. La de Barack Obama -jóvenes, minorías a partir de negros y clase media- parece haberse agotado con él, sin propiedad transitiva hacia otros candidatos demócratas, a partir de Hillary, que representaba un retorno al pasado después de un presidente joven e innovador.

Obama está destinado a salir de la escena del partido, aunque conservará una fuerte influencia. Con él se irá toda la vieja guardia, desde Joe Biden hasta John Kerry.

Probablemente digan adiós también los líderes de las minorías demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, y del Senado, Harry Reid.

También la presidencia del partido tendrá que buscar la renovación, luego de la renuncia de Debbie Wasserman Schultz, envuelta en revelaciones de Wikileaks por su hostilidad hacia Bernie Sanders.

No está claro quién será el nuevo líder aún. Sanders parece ser demasiado viejo, y podría tener alguna posibilidad Tim Kaine, el vicepresidente de Clinton, pero corre el riesgo de ser asociado a una candidata derrotada.

Lo que es seguro es que la debacle de Hillary dará más fuerza al ala liberal del partido, la representada por Sanders y por Elisabeth Warren.

 

FUENTE: ANSA

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