Economía
Reportaje
Afirman que Bolivia es seducida por la industria
El presidente Evo Morales. Foto: La Nación.


Jueves, 6 Agosto, 2015 - 09:07

Bolivia celebra sus 190 años de independencia este jueves (06.08.2015), mientras en la ciudad de Potosí, al sur del país, los mineros que comenzaron a protestar hace un mes en reclamo de mejores condiciones de seguridad, inversión en infraestructura y educación, se mantienen en alerta ante la eventualidad de nuevos movimientos.

La ciudad que en el siglo XVIII fuera la más rica de América Latina por aportar sus minas la mitad de la producción mundial de plata, es capital del departamento más pobre del país.

Hace diez años Bolivia era el segundo país más pobre de la región, después de Haití, pero un crecimiento promedio de 5 por ciento del PIB durante los últimos años, aunado a una relativa baja inflación (6 por ciento) convierten al país en el de mayor crecimiento de América Latina.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, anunció a principios de julio que según las previsiones de crecimiento del PIB para este año, de 5 por ciento, “estará garantizado el pago del doble aguinaldo“.

Prestaciones sociales

“Es un gobierno nacionalista-socialista que necesita mucho dinero“, afirma la activista y académica boliviana Paula Luján, que hace un recuento de las prestaciones sociales que ha introducido el gobierno, que considera, sin embargo, como aciertos.

“Se destinan 200 bolivianos mensuales a las personas de la tercera edad, independientemente de si tienen una jubilación o no. Eso hay que multiplicarlo por el número de personas de la tercera edad que tenemos".

Luján añade: "Hay otro bono anual para los niños que asisten al colegio para que puedan continuar con sus estudios, también hay bonos para las madres, hay atención médica gratuita. Es un gasto fuerte del Estado, pero hay que reconocer que hay una movilidad social, hay mucha gente con poder económico que antes no se veía, por ejemplo, la población aymara, tiene ahora un fuerte poder económico“.

El desarrollo del país sigue vinculado a la explotación histórica de las riquezas minerales y de hidrocarburos.

Bolivia produce 16 millones de barriles de petróleo al año, tiene la segunda reserva de gas natural de América del Sur y posee la mayor reserva de potasio y de litio del mundo.

El reciente descubrimiento de un nuevo yacimiento de petróleo, en el este del país, permitirá al país producir hasta 28 millones de barriles al año, según anunció el mismo presidente Evo Morales.

Modelo de desarrollo extractivo

Sin embargo, medioambientalistas lamentan que Morales, que llegó al poder con un discurso indigenista de protección a la Madre Tierra, la Pachamama, se haya distanciado de su propósito inicial para favorecer la industria extractiva como modelo de desarrollo.

Esta transición es percibida con tristeza por medioambientalistas como la alemana Naomi Stadler Kaulich, de la organización Naturefund, de Wiesbaden, que participa también en la red ECO-SAF en Bolivia.

“Bolivia tiene recursos naturales fantásticos y una gran biodiversidad. Existen leyes como la de la Madre Tierra, la de promoción a la producción agroecológica, la de la protección de la biodiversidad. Hay muchísimas iniciativas que buscan mantener la biodiversidad de este país, considerado un 'hot spot', por su riqueza medioambiental“, destaca.

“Por otra parte, en aquellas zonas en donde se cree que existen grandes reservas de petróleo, se evita hacer fichas ambientales, y evitar el voto de los indígenas, que son los que cuidan los parques nacionales y los recursos naturales. Eso ya lo vimos el año pasado con la construcción de la carretera a través del Tipnis“.

La tentación del extractivismo

Stadler Kaulich dice entender que el presidente necesite tener ingresos para poder atender los compromisos con los sectores más desfavorecidos, las familias pobres que habitan las regiones rurales.

Pero lamenta que haya caído en la tentación del desarrollo según el modelo occidental de más consumo, más desechos y más destrucción del medioambiente.

 La red ECO-SAF, basada en Cochabamba, busca mostrar que el desarrollo a través de otras vías, es posible.

Por lo pronto, el Potosí colonial desafía el Estado plurinacional de Evo Morales. Pese a los avances, no ha sido posible cambiar el modelo de desarrollo.