Deportes
Pesar por la partida del campeón
“Tataque” Quisbert, un gigante de leyenda
El legendario "Tataque" retratado en sus últimos años. Foto: Redes sociales.


Martes, 11 Junio, 2019 - 13:15

Su corazón se detuvo el lunes por la noche. El gigante se ha dormido; esta vez para siempre. Y no tiene donde lo entierren. Estando aún con vida, unos científicos le ofrecieron 2 millones de dólares para comprarle su esqueleto y estudiarlo. Paradoja, hoy su familia pide ayuda para encontrar un lugar para sepultar su enorme cuerpo, ya inerme.

Tataque, además de boxeador, fue luchador, basquetbolista y nadador. También se desempeñó como animador deportivo y actor. Ganó medallas de oro para Bolivia, fue campeón Mundial de Lucha en Panamá, tiene una placa en el Paseo del Deporte en Miraflores y creó su propia llave a la que denominó “estilo” y recorrió medio mundo.

El gigante ha muerto

Walter Quisbert, quien en vida tuvo seudónimos como “El gigante de América” y “Lotario” pero cuyo apodo más popular fue “Tatake” o “Tataque”, sufrió un infarto  en la ciudad de La Paz, la ciudad alta como él, de la que tenia orgullo de haber ver nacido, según dijo en una de sus últimas entrevistas televisivas.

Sorpresa, conmoción y pesar sintieron los vecinos de su barrio al enterarse de su muerte. En las calles de La Paz, en la horas de la mañana del martes, se escuchaban ya conversaciones sobre la partida del gigante y el problema de su entierro. El  propio Evo Morales, al lamentar su partida en su cuenta de Twitter, destacó él que era un “gran animador, campeón de boxeo y lucha libre”, pero no se quedo ahí, el Jefe de Estado ponderó además sus cualidades de “sencillez, disciplina y humildad”. 

La diabetes, una operación de vesícula, una caída y una fractura de cadera quebraron la salud del poderoso luchador y como si el gigante tuviese pies de barro, finalmente acabaron con su legendaria carrera vital.

El gigante, además de diabetes, sufría de otros males relacionados con su larga estatura: dos metros con veinticinco  centímetros (2,25m.). Quizá una estatura no tan extraordinaria comparada con los récords de naciones del hemisferio norte del planeta o de algunos pueblos de África; no obstante, en Bolivia, se trataba de un verdadero gigante y de leyenda.  

Tataque, letras más, letras menos, no importa, ese era el apodo, -según el propio Walter, tomado de la radionovela “Kalimán”-, con el que se había ganado la admiración y el cariño de la gente, había sufrido también una caída de la que no pudo sobreponerse y que finalmente ocasiono su deceso.

Sumado a eso, Tataque había sido operado además de la vesícula, una intervención que le generó complicaciones de las que no pudo recuperarse del todo, de acuerdo a Martha, su esposa

¿Por qué era una leyenda?

Fuera de su estatura, poco común en el medio boliviano, que de por sí lo hacía destacarse y de sus premios, Tataque se convirtió en una leyenda por la fuerza que desplegaba en el cuadrilátero, ya fuera como boxeador, ya como gladiador de lucha libre.  

Gracias a sus diversas facetas en el mundo del deporte: practicó natación, boxeo, lucha libre, Tataque, de orígenes modestos, llegó a conocer alrededor de 25 países y para muchos, todavía, fue el deportista más alto de Sudamérica de que se tenga noticia.

Otro dato llamativo es que Tataque alcanzó su emblemática estatura después de la pubertad, es decir, siguió creciendo en una edad en la que muchos han terminado de crecer: desde sus 17 hasta sus 23 años su estatura creció desde 1,70 hasta llegar a los 2, 25 metros de altura. 

No resulta un dato menor, también, que Tataque haya comenzado a practicar el boxeo en el extranjero, propiamente en Chile. En su carrera también cultivó su talento en Uruguay y Argentina. 

Otro de los orgullos de Walter fue haber tenido un entrenador soviético que le brindó la entonces Federación Boliviana de Boxeo para que se preparase rumbo a los Juegos Deportivos Bolivarianos de 1977, donde obtuvo la Medalla de Oro.

Quizá contribuye a su leyenda adicionalmente, que no se sabe la fecha exacta de nacimiento pero se calcula que ha muerto con menos de 70 años.

Tataque ha muerto pero su leyenda vive como la de otros gigantes, “vivirá en el recuerdo de quienes admiramos su fuerza en el cuadrilátero”, como publicó Morales en sus condolencias.

Su entrevista en Unitel

¿Es cierto que los altos y los luchadores viven menos? 

Es sabido que las personas de alta estatura viven menos debido a las complicaciones y el esfuerzo que representa para el corazón, el bombeo de la imprescindible sangre hasta el cerebro y las extremidades corporales.

Un estudio de ‘Plos One’ de 2014 confirmó que altura excesiva está relacionada con una menor longevidad. También el libro Guinness, en el ‘top ten’ registrado de las diez personas con mayor altura, el que más ha vivido solamente llegó hasta los 56 años de vida, según publicó BBC,

En cuanto a los luchadores, de los 62 profesionales del ring que murieron entre 1985 y 2011, 49 fallecieron antes de los 50 años. Es más, 24 de los 49 lo hicieron antes de los 40 años y hubo dos que murieron antes de los 30, agrega el citado medio británico.