VIOLENCIA Y FEMINICIDIO
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Le pedía disculpas por Whatsapp y terminó matándola

Foto ilustrativa tomada de eldiario.es

La golpeó tantas veces que le hizo perder, en dos ocasiones, los bebés que ella llevaba en su vientre. Le causó lesiones que la dejaban internada en el hospital. La empujó de una terraza. La arrastró con un auto. La agredió sin fin. Pero le pedía perdón por Whatsapp, volvía con ella, la volvía a golpear… y terminó matándola. 

El feminicida Erlin Pabel Lara, sentenciado a 30 años de prisión, ahora pide la cesación de detención porque su sentencia aún no está ejecutoriada desde abril de este año.

Este jueves, un juez de Sacaba volvió a suspender la audiencia del feminicida alegando que “tenía mucho trabajo”. La nueva fecha es el 15 de octubre.

Nidia Copa, representante del colectivo Mujeres de Fuego, lamentó esta nueva retardación de justicia y criticó el hecho de que supuestamente el juez esté con mucho trabajo.

“Todo el año queremos ver que los jueces trabajen”, no solo en fechas claves cuestiona la activista feminista entrevistada por la periodista  Emiliana  Ayala de la red Pio XII.

Dos niños, hijos de la víctima Nataly Ballón, quedaron en la orfandad.

Tras cada golpiza el agresor le enviaba mensajes por whatsapp pidiéndole perdón, reconociendo su violencia… hasta que la mató. 

Pero la pesadilla de la familia no terminó con la muerte de Nataly. Su familia ahora recibe insultos de los allegados y familiares del feminicida y no satisfechos con eso, amenazan de muerte a la familia de la Nataly: dicen que harán desaparecer a su hermana. 

Nataly murió a causa de una fuerte golpiza y su cuerpo presentaba signos de anteriores golpes, maltratos y vejaciones.

Nataly Verónica Ballón Guzmán no había cumplido todavía 30 años cuando el feminicida le arrancó la vida después de haberle arrancado antes dos vidas cuando estaba embarazada.

Nataly era una mujer emprendedora que gracias a su duro trabajo logró reunir ahorros y tuvo éxito en su negocio de venta de carne. Así logró tener algunas comodidades de las que el agresor disfrutaba y abusaba.

Algunos de los familiares y amigos de Nataly ya se habían dado cuenta y le sugirieron que corte la relación con el agresivo varón. Sin embargo, pocos pensaron que éste terminaría con la vida de la joven emprendedora. 

El feminicida celoso se enfurecía de que la exitosa joven se vistiera bien, se arregle y realce su belleza pensando que eso haría que facilite otras relaciones. Además la joven tenía muchas amistades pues era extrovertida, alegre, sociable y él hizo que ella abandonara todas esas cualidades.

En una ocasión aplastó el vientre y la golpeó ocasionando la muerte del bebe que llevaba. Posteriormente la volvió a agredir y la empujó de una terraza estando de siete meses de embarazo, producto de ello la niña que llevaba dentro también murió.

El agresor incluso agredió a la hermana de Nataly y se atrevía a ofrecerle a la madre que se lleve a su hija tras las agresiones. En otra ocasión, la hermana de Nataly llegó a la casa y sorprendió al agresor golpeándola en el piso.

Tras esas agresiones, en otro incidente, el feminicida arrastró con un vehículo a Nataly dejándola muy mal herida y ensangrentada, con signos de golpes en todo el cuerpo e incluso sin varias partes del cabello. Había sido agredida por Pabel y por otro hombre.  

Cuando Nataly por fin se decidió a denunciar a la FELCV resulta que no había médico forense de turno porque era feriado. Los policías dijeron que había que cumplir varios procedimientos. Eso desanimó a Nataly de volver a intentar denunciar.

Despues, en otra ocasión, Nataly pidió auxilio a su madre quien fue a verla y la encontró otra vez muy golpeada y malherida.

La noche del feminicidio, Nataly había acompañado a Pabel a un cumpleaños del amigo de él. Cuando llegaron a casa él volvió a golpearla en todo el cuerpo con tal brutalidad que le causó un trauma severo en la cabeza que le ocasionó la muerte.  

En el proceso judicial sucedieron cosas insólitas, una de ellas se registró el 2 de agosto de 2018, cuando los jueces del Tribunal de Sentencia primero de Sacaba establecieron que Pabel “no es un peligro para la sociedad ni para la víctima”, siendo que Nataly ya había perdido la vida.

Posteriormente le otorgaron detención domiciliaria alegando que Pabel había vuelto con su anterior mujer y eso implicaba un “arraigo natural”.

Ahora se espera la sentencia ejecutoriada, después de probar suficientemente que Pabel mato a Nataly, sin embargo, la familia teme que el agresor escape debido a que si le dan 30 años por feminicidio, él aprovechará su detención domiciliaria para huir.