Opinion

UN SISTEMA DE EVALUACIÓN PARTICIPATIVA
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Viernes, 13 Febrero, 2015 - 18:53

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El Ministerio de Educación introduce cambios en el sistema de evaluación que parece innovador,  porque la apreciación del aprendizaje sobre el estudiante no cae totalmente bajo la responsabilidad del profesor y se abre a la participación delos estudiantes para que aprendan a valorar sus conocimientos, su forma de ser, los procedimientos para llegar a resultados y que sean capaces de tomar decisiones que se les asigna en el proceso de enseñanza–aprendizaje, además de la apertura para que participen los padres de familia.

El sistema de evaluación propuesto incorpora las competencias:saber, hacer, ser y decidir:el saber y el hacer, en el proceso de enseñanza–aprendizaje, pueden tener unos procedimientos más objetivos y posibles de verificar los avances en el rendimiento del estudiante en la medida en que asimile determinados conocimientos de manera “crítica, reflexiva, propositiva” y que aplique esos conocimientos “científicos, técnicos y tecnológicos” a situaciones concretas de la realidad, pero que requieren de variables que permitan evaluar el grado de aprendizaje de esta competencia que está ligada al conocimiento teórico.

En la competencia del hacer, se aplica la teoría a casos prácticos, desarrollando habilidades y destrezas sobrecontenidos aprendidos a través de la implementación de datos, información, instrumentos, equipos, intervención en laboratorio que nos permite medir unos resultados que serán evaluados en función del cumplimiento de unos procedimientos que el profesor debe valorar a partir del aprendizaje logrado en la ejecución de tareas que también sean medibles y verificables.

Desde el punto de vista educativo, resultacomplicado evaluar el ser y el decidir, porque se presta a la subjetividad.  El ser tiene relación con la personalidad y el carácter del estudiante, expresado en “actitudes, emociones, sentimientos, pensamiento” y un listado de valores como la dignidad, justicia, igualdad, respeto, equidad, género, bienestar común que, si no se acompañan de atributos que permitan medir esas conductas, darían lugar a una valoración superficial, solo por llenar la casilla de notas.¿Cómo se puede puntuar los sentimientos y las emociones sobre 20 puntos?

Mucho más dificultoso es evaluar la competencia del decidir porque el estudiante tiene que desarrollar la capacidad de tomar decisiones a partir de la realidad, establecer consensos, compromiso social, asumir decisiones para transformar la realidad, asumir una posición crítica y ¿bajo qué parámetros se evalúan esas variables?, tarea muy compleja para los niños del ciclo inicial, incluso del primario y más complicada aún para el profesor que tiene que forzar la nota para llenar el casillero por obligación.

La experiencia de aplicar este sistema de evaluación en la gestión 2014 tiene como resultado a unos maestros descontentos, porque la reglamentación se aplicó sin previoadiestramiento sobre las alternativas prácticas que permitan medir cada competencia con rigor metodológico y fruto de tablas, cuadros, variables y atributos que permitan alcanzar una evaluación como dicen “integral, holística y científica” que, por cierto, tiene que ser apoyado por expertos que puedan operativizar el sistema de evaluación en algo tangible.

Revisados los criterios de cada competencia, no se evalúa el trabajo colaborativo en grupo, más si quiere transformar y cambiar la realidad política, económica y social del país. Se prioriza el individualismo que puede desencadenar en que el estudiante asuma conductas deshonestas para apuntarse notas altas cuando no corresponde y, como nadie puede reprobar en la gestión escolar, la nota de 51 puntos está demás. Cómo se trata ahora de aplicar el sistema en el nivel inicial, primario y secundario, esta deberá estar acompañada de instrumentos que contribuyan a evaluar el proceso de enseñanza–aprendizaje con pertinencia académica, una tarea pendiente.

El autor es periodista y docente universitario