El Siglo XXI, es el Siglo de la defensa de la Madre Tierra

Por Fernando Huanacuni Mamani - Ex canciller de Bolivia

De acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), para el año 2050, la Madre Tierra tendrá una población mundial de aproximadamente 10 mil millones, eso implicará el incremento de un 50 por ciento en la demanda de alimentos. 

Sin embargo, nuestras tierras cada año son más infértiles a causa de la intensidad de los fenómenos climáticos que han alterado los ciclos naturales, pero sobretodo son más infértiles a causa del monocultivo, la monopolización, depredación y mercantilización de las tierras que instauró el sistema capitalista. Ese sistema que cada segundo destruye nuestro único hogar: la Pachamama

La población, en especial los jóvenes, deben comprender que para el capitalismo la Madre Tierra sólo es concebida como una fuente de materias primas y los seres humanos los consumidores que le darán mayores ganancias en la bolsa de valores, porque desde la lógica capitalista el ser humano vale por lo que tiene y no por lo que es.

El capitalismo promueve la acumulación y el control de territorios y recursos naturales en pocas manos, en las transnacionales, a través de la “cultura de la muerte” de los pueblos indígenas que han habitado por generaciones en esas tierras sagradas.

La crisis climática es la máxima expresión del caos de la vida, ocasionado por el ser humano individualista, desnaturalizado de su identidad cultural y desconectado de la Madre Tierra. Sin duda, la humanidad no puede continuar con los ojos cerrados y menos puede quedarse de brazos cruzados mientras agoniza nuestra Pachamama. Necesitamos otra mirada de cómo vamos a relacionarnos con ella y cómo vamos a preservar su equilibrio.

Frente a esta disyuntiva, los gobiernos de países industrializados y/u organismos internacionales sólo intentan dibujar una “hoja de ruta económica” que apalie los efectos del Cambio Climático. Pero los Pueblos  del Sur proponemos la “hoja de ruta de la Cultura de la Vida” que nos heredaron nuestros ancestros: el Paradigma Ancestral Comunitario, basado en el Vivir Bien con la Madre Tierra.

Para los pueblos indígenas el cambio climático es una ruptura del equilibrio del ser humano con la Pachamama, una desconexión espiritual que afecta la integridad, la convivencia y la armonía entre todos los seres que la habitan. 

Desde el paradigma ancestral comunitario concebimos que todo vive y que todo es importante en la comunidad, ya que la desaparición o el deterioro de una especie, es el deterioro de la vida. Por lo tanto, la Madre Tierra es nuestra fuente de vida, de ella emergemos, somos sus hijos.

¿Vamos a seguir con el modelo capitalista de depredación, de destrucción de la Madre Tierra?. Porque de algo estamos seguros, el capitalismo no tiene plan B, por ende, no va a ser la solución. 

Ya no tenemos más tiempo. El Día Internacional de la Madre Tierra no debe limitarse a las buenas intenciones a través de los “hashtags” en las redes sociales, sino que debemos cambiar la lógica de vida, la lógica de relacionamiento con la Pachamama, que implica salir del “yo” al “nosotros”, migrar de una estructura individual desarticulada a la estructura comunitaria complementaria para defender y garantizar la vida, para dejar un hogar a las futuras generaciones.

¡Si no hay Pachamama, no hay vida, no hay derechos humanos!