Opinion

AGIO Y LA ESPECULACIÓN
Cuarta edad
José Hurtado Gonzales
Viernes, 17 Mayo, 2013 - 17:40

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El 10 de junio del año 2008 el Sr. Julio Salazar Viscarra, en el matutino El Diario, manifiesta una realidad irrefutable con el título “DESESPERANTE SITUACION ECONOMICA DEL PAIS”.

En respaldo y coincidencia con este criterio o planteamiento me permito transcribir lo mas importante de la nota publicada en el mismo periódico en fecha 06 de septiembre del año 2008 de la Fundación Jubileo, que muy claramente dice: LOS POBRES SON QUIENES MAS CARGAN EL PESO DE LA INFLACION; ¿y que de la especulación descontrolada?.

Al presente, llegamos a casi cinco años de esta cruda realidad; la situación económica de toda la población y especialmente de los que tienen bajos ingresos. ES MAS DESESPERANTE.

Los mercados, ferias, almacenes, tiendas, abarrotes, friales, etc, etc. están abarrotadas de los artículos de primera necesidad, pero sus precios están por las nubes, no hay ninguna autoridad del Gobierno, Alcaldía, Intendencia Municipal, menos de esa dependencia estatal que, se dice ser defensora del consumidor, frenen el agio y la especulación permanente que va en contra de las grandes mayorías de la población. Todo esto se genera porque el famoso D.S. 21060 del modelo neoliberal antiobrero está en plena vigencia determinando la libre oferta y demanda como dicta el libre mercado. Pero no por esa situación, los comerciantes, industriales, productores, intermediarios, mayoristas, rescatadores y vendedores, etc. pueden actuar a su libre albedrío o capricho e imponer precios a su conveniencia; y la cosa es peor en los bares, restaurantes y patios de comida.

Dejando constancia a todas las autoridades del gobierno, y en especial a las de la alcaldía municipal, que el agio y la especulación son delitos, hay que sancionarlos de acuerdo con el Código Penal Art. Nº 226. ¿Y CóMO NO LO VAN A HACER? Entonces es urgente el congelamiento de precios; de no aplicarse esta medida tan necesaria, la escalada mencionada líneas arriba continuará imparable. El aumento de los jornales  y salarios del 8% ó 10% de incremento de este año no compensa o nivela con la carestía de todos los productos alimenticios y la canasta familiar al presente.

No hay salario, jornal, sueldo, que alcance para la compra de los principales artículos de primera necesidad. Hoy en día se trabaja y se cobra por un mes que solamente da para vivir ó alimentarse 15 días. ¿Y qué será de los que no tienen trabajo? Y los señores de la otrora gloriosa Central Obrera Boliviana -que se dice representan a los trabajadores como  las grandes mayorías- no dicen nada ni reclaman por esta angustiante situación económica, cada día debemos ajustarnos mas los cinturones. Con la libre oferta y demanda, el libre mercado, los ricos son mas ricos y los pobres mas pobres.