Opinion

HINDÚES Y ESTAFAS DE PRIVADOS
Cartas al país
Edgar Ramos Andrade
Martes, 30 Septiembre, 2014 - 10:53

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Huanuni, 29-septiembre-2014

Señores: Ingenieros minero-metalurgistas y geólogos, ex y actuales dirigentes y trabajadores mineros, bolivianos, bolivianas e hindúes en el mundo:

1. Trauma nacional. La metalurgia  –o industrialización minera básica–  en un país minero como Bolivia fue, desde siempre, y en oriente u occidente, un trauma estatal-social: desde acuñar monedas de plata del Cerro Rico de Potosí (siglos XVI al XIX) vía esclavitud de afros e indios (en interior mina y en la Casa de Moneda) pasando por las penurias para instalar Vinto (décadas 1950-60), los “Barones de Karachipampa” (Raúl Lema Patiño y otros, década 1970) hasta nuestro Mutún; sin hablar de los “Presidentes-plateros” (Gregorio Pacheco, Aniceto Arce, Severo Fernández Alonso y otros) aliados con capitales chilenos, antes, durante y después de la denominada “Guerra del Pacífico” (invasión militar para favorecer a empresarios chilenos, para usurpar y especular con minas, salitreras y guaneras)... A inicios del siglo XXI dos especuladores hindúes (los Rastogi y los Jindal) aumentan el trauma. ¿Qué pasó?

2. Vinto, Manoseo. En su libro “El poder y la caída” (Cochabamba 1987) Sergio Almaraz Paz detalla, con crudeza y amargura, el trauma nacional para instalar una fundidora de estaño en Bolivia. Demuestra cómo los “Barones del estaño” (y del Estado) Simón Iturri Patiño, el judío Moritz Hostchild y el clan Aramayo preferían construir ferrocarriles pero llevar su mineral (en roca semi triturada) a sus fundidoras en Gran Bretaña (Williams Harvey) Malasia y otras de ultramar, y las penurias de José Núñez Rosales, Jorge Zalesky y Mariano Peró, para intentar doblarles el brazo. La Empresa Nacional de Fundiciones ENAF-Vinto, creada en 1966 comenzó a funcionar en 1970 (17 años después de la nacionalización minera). Habíamos ingresado (con demora) a la metalurgia, y Vinto pasó a ser empresa estatal estratégica; ya no exportábamos roca mineral sino metal fundido. Seguramente por ello, en febrero de 1994 mediante Ley 1544 el gobierno de Goni-Revollo incluyó a Vinto en el proceso de “capitalización” (disfraz de privatización y sus nefastas lacras) junto con ENDE, ENTEL, ENFE, YPFB y LAB. Estas cinco empresas estratégicas, excepto Vinto fueron rematadas por Goni-Revollo y sus secuaces…. Pero lo que Goni no pudo lo hicieron Banzer-Quiroga, con la misma filosofía (antinacional) pero procedimiento distinto  y torcido… Mediante Ley 1982 de 17-junio-1999 se excluyó a Vinto de la “Capitalización” y se dispuso que el Gobierno determine cómo privatizar nuestra fundidora Vinto, “amparado” en la Ley de Privatización 1330 de 24-abril-1992 (de los ex ministros Doria Medina y Tuto Quiroga) Ley que prohibía privatizar empresas estratégicas. En fecha 24-diciembre-1999 (mediante Decreto 25631) Vinto fue entregada (rematada) a Allied Deals (empresa hindú con domicilio en EEUU) por $us.14.7 millones (su valor en libros era de $us.140 MM: Más de $us.60 MM en equipo fundidor, otros 15 en infraestructura, materiales, equipos, toneladas de estaño circulante, sello de calidad en fundición y mercado potencial)... Fue “regalo de Navidad” del (antinacional) gobierno de Banzer-Quiroga a los hermanos hindúes, Narenda y Virenda Rastogi como dice La Razón (22-diciembre-1999). Por entonces, el gerente de Vinto era Edgar Pinto Landaeta (un evangelista, soberbio y racista) que aceleró los informes técnicos para justificar esa privatización, y días después “apareció” como primer gerente de la privada Allied Deals-Vinto, ya en manos de los hindúes. No fue lo único. La mina Huanuni (el mayor yacimiento mundial de estaño) también fue privatizada (rematada) a Allied Deals. Los hindúes Rastogui operaron (manejaron desde EEUU e Inglaterra) Vinto y Huanuni entre 2000 y 2002, hasta su quiebra fraudulenta.

3. Especulación a escala. Los hermanos Rastogi habían creado Allied Deals y otras “empresas metalúrgicas” fantasmas. Se presentaban “en el mundo de los negocios” como “brokers” o corredores (comisionistas especuladores) expertos en fundición minera y obtenían préstamos bancarios en varios países, créditos que no devolvían… Para 2001 acumularon $us.750 MM de deuda impaga y Allied Deals se declaró en quiebra por sucesivos fraudes. Narenda Rastogi se quedó en EEUU para administrar lo que quedaba de su quebrada empresa. Pero entre 2000 y 2002, Vinto y Huanuni (que sobrevivió a la “relocalización” o despido masivo de mineros) salvaban con dinero fresco a los “empresarios metalúrgicos” estafadores.

4. Delincuencia corbatuda. Ese mismo año 2001, los Rastogi crean en Inglaterra la empresa RBG Resources PLC, administrada, desde Londres por Virenda Rastogi. Tras la quiebra de Allied Deals (y luego de RBG) en mayo de 2002 la justicia británica contrata a la empresa Grant Thorton para liquidar lo que quedaba de ambas. En 2002, en Londres, Grant Thorton transfiere la fundidora Vinto a COMSUR (una de las empresas de Goni) en $us.6 MM (4% de su valor real o “precio de gallina muerta”) como uno de los bienes rematados de la quebrada Allied Deals, violando el artículo 7.2 del contrato Estado boliviano-Allied Deals que prohibía re-vender Vinto a otros hasta marzo 2003. Esa venta (o descarado remate de una empresa estatal estratégica) fue avalada, el 9-marzo-2003, por el gobierno. En 2005, dos años después que el Presidente Goni renunció y huyó como sanguijuela, la transnacional suiza “Glencore International AG” anuncia que compró a COMSUR, Vinto y otras propiedades mineras. Pero entre los bienes liquidados “aparecieron” las inexistentes (truchas) “acciones” de Allied Deals y RBG en la mina Huanuni que Grant Thorton (inducida por los Rastogi) “vendió” en Londres a dirigentes de cooperativas mineras de Huanuni, presuntamente por $us.1.5 MM... Los cooperativistas mineros se creían dueños de Huanuni y fomentaron el trágico enfrentamiento (a dinamitazos) de octubre 2006 que ocasionó 16 muertos y decenas de heridos. El gobierno tuvo que nacionalizar Huanuni el 31-octubre-2006, y Vinto el 7-febrero-2007.

5. Burla develada. Esta secuencia, de estafas y tragedias provocadas (humanas, económicas y estatales) están contenidas en una poco difundida investigación del ex secretario ejecutivo de la COB, Edgar “Huracán” Ramírez, y fue la base para nacionalizar Vinto y Huanuni, empresas que, en 2014 tratan de mantener su equilibrio económico con dificultades. Pero ambas ya no están en manos de estafadores.

6. Mutún, el sueño. Por años de años, el estatal mega-yacimiento de hierro del Mutún (Provincia Bush, Santa Cruz) fue (es aún) el sueño de la siderurgia boliviana (elaboración de acero, fierro de construcción y otros). A fines de 2005, la empresa BRX (uno de cuyos accionistas era Osvaldo “Pato” Monasterio, mega empresario cruceño, ex senador de Goni y dueño de Unitel) estuvo a punto de adjudicarse el Mutún pero bajo la lógica gonista de acaparar recursos naturales estatales y dejar migajas al Estado (solo $us.18MM por año en el caso Mutún). En 2006, una nueva licitación determina adjudicar ese yacimiento a la empresa hindú “Jindal Sttel and Power”, administrada por Naveen Jindal, Arvind Sharma y Vikrant Gujral. El contrato, firmado el 18- julio-2007, pactó una inversión de $us.600 millones hasta 2009. Comenzaba una ilusión nacional.

7. Jindal, especulación a escala. Solo con la firma del contrato, Gobierno-Jindal, las acciones de esta empresa en la Bolsa de Valores de Bombay (India) subieron de $us.0,12 centavos a $us.170 por acción; Jindal ganó (solo en 2007) más de $us650 millones... Claro, se había adjudicado para explotar el mayor yacimiento mundial de hierro. En esa época, Jindal compró una planta siderúrgica (a estrenar) en Omán (Asia) por $us.500 MM…, ganaba más $us.650 MM en otros continentes y tenía contratos en Africa y hasta llegó a Brasil, donde no aguantó las exigencias del gobierno. Pero no invertía en Bolivia. El argumento Jindal: No hay gas para industrializar Mutún. Entonces, en enero de 2009 se firmó el contrato entre el Gobierno y GTL (de la que Jindal compró el 80% de acciones) y se le otorgó cinco campos hidrocarburíferos, entre ellos: El Palmar, Río Beni, Chuquisaca. El petróleo que se sacaría de esos campos sería entregado a YPFB, y ésta como compensación entregaría gas desde un campo próximo al Mutún. Pero Jindal incumplió. Nunca entregó (no le interesaba) el proyecto a diseño final para provisión de gas.

8. Otros incumplimientos. En febrero 2008, Naveen Jindal dio plenos poderes al Superintendente de Jindal Bolivia, René Soria Galvarro para resolver problemas y trabajar el Mutún pero dio otro poder (oculto) a Sharma y Gujral para manejar los grandes negocios y todo el dinero de Jindal en Bolivia. Por ejemplo, a fines de 2009 se tenía que llevar la maquinaria para la plataforma de exploración en el río Beni; se fijó fecha y hora para comenzar operaciones hidrocarburífras pero Jindal incumplió otra vez. Soria Galvarro advirtió a Naveen Jindal que su empresa era manejada en Bolivia como “un bazar indio” y que el Presidente Morales ya se había dado cuenta. Tras la advertencia, Jindal hizo traer desde Nueva York a Carlos Fernández Masi, ingeniero boliviano ex gerente de la mega mina San Cristóbal, pero a las dos semanas renunció; Jindal incumplió los acuerdos para contratarlo y detectó serios problemas administrativos. Pero la Empresa Siderúrgica del Mutún ESM también incumplió en fiscalizar a Jindal. Sergio Alandia (Presidente de ESM) debía realizar auditorías ambiental, técnico-minera, de asuntos laborales (por maltrato a los trabajadores) y por la construcción del camino a Puerto Bush donde se utilizó ripio de hierro… para 2009, Jindal invirtió apenas $us.12MM (2% de los $us.600MM pactados) cifra confirmada por el fiscal Aldo Ortiz tras la intervención estatal. Otra mentira: las tres chancadoras que los hindúes dijeron a la prensa habían comprado en Inglaterra por £ 4MM, solo habían sido alquiladas a un brasileño que les buscaba para cobrar la deuda… Tampoco habían pagado el alquiler del edificio Tacuaral, en Santa Cruz, y es posible que el dinero enviado por Jindal, desde Nueva Delhi a Santa Cruz, haya sido desviado por Sharma a cuentas privadas en Islas Caimán (“paraíso financiero” especulador). En abril de 2010, el gobierno de Bolivia tuvo que ejecutar (hacer efectivo) el dinero de las dos boletas de garantía (cada una por $us.18 MM) que respaldaban el contrato firmado en 2007... Tal era el desastre administrativo de Jindal en Bolivia, que “descuidó” (o no quiso) renovar la vigencia legal de la segunda boleta. Hasta junio de 2011, el Presidente Morales se negó cuatro veces a recibir a Naveen Jindal. Y en 2014, Jindal enjuicia al Estado boliviano en la Cámara de Comercio Internacional (una de las que defiende “legalmente” a los “fondos buitre” que ahogan países) por el cobro de esas boletas de garantía. Pero el daño al sueño de la siderurgia boliviana (vía especulación en la Bolsa de Valores) estaba hecho.

9. Burla develada. Esta sucesión de especulaciones, incumplimientos y mentiras, de  los “empresarios buitres hindúes” (Jindal y otras boñigas) fue conocida por el testimonio de Soria Galvarro ante la prensa boliviana (El Deber, 5-agosto-2012).

10. Amarga moraleja. Probada la mezquina negativa de Patiño (y sus barones, mineros y políticos) a la metalurgia boliviana y las estafas de especuladores privados hindúes, en Vinto y Mutún, en 2014 el Estado arriesga todo para hacer funcionar la Planta Polimetalúrgica de Karachipampa (Potosí) para fundir plomo, plata, otros minerales exóticos y hasta recuperar el humo que emite, pese al desmantelamiento de su termoeléctrica “transferida” a la “capitalizada” Guarachi. El esfuerzo para hacer funcionar una planta construida a mediados de 1970 (40 años después) se debe al poco conocido sacrificio de ex dirigentes como José Pimentel y el propio “Huracán” y unos pocos técnicos luego del engaño de algunos ingenieros metalurgistas. Moraleja: Hay que expulsar a los “empresarios privados” especuladores (y a todos sus mentores-defensores) expertos discursivos y actores del salvaje capitalismo (literal) que dejan limosna y sangre en Bolivia... Se salvó Vinto; se dio el primer paso en Karachipampa; el siguiente es Mutún.

Los aprecia sinceramente, con cariño y esperanza.

Edgar Ramos Andrade.

 

Edgar Ramos es huanuneño, Alteño, Latinoamericano, comunicador e Investigador Social por la Universidad Nacional de La Plata UNLP-Argentina. Autor de “Posokoni” (La Paz 1997), e “Historia Oculta de Bolivia” (en edición final) entre otros libros. Tel (00591-77220736) Correo-e: [email protected]