919.383

Por Jimena Costa

Las elecciones del 7/3 dejan algunas conclusiones incuestionables, que van más allá de cuantas gobernaciones y municipios tiene cada partido. Quiero comentar una de ellas.

La más importante, es la ratificación de que el único partido nacional fuerte sigue siendo el MAS, también es el único partido que presentó candidaturas en todos los departamentos, pero entre octubre de 2020 y marzo de 2021 perdió exactamente 919.383 votos, es decir, electores.

Si bien normalmente elecciones generales y subnacionales no son comparables, es el caso particular de 2020, dado que Luis Arce fue producto del dedazo y no tenía un liderazgo interno, ni facción, ni territorio, ni sectores, ganó por el partido, no por ser Luis Arce. Entonces en este caso, estoy comparando voto a partido con voto a partido.

¿Por qué el MAS perdió cerca de un millón de votos en menos de 5 meses? Probablemente son varias las causas. Una de ellas, por las pugnas internas entre evistas y choquehuanquistas para definir listas, pero sobre todo para asumir el liderazgo. El resultado se vio en la primera vuelta, la mas dura muestra fue la derrota brutal en El Alto, donde rechazaron el dedazo y optaron por Eva Copa.

Perdieron en 8 de las 10 principales ciudades y eso que ganaron Sucre con ayudita del Tribunal Departamental Electoral que no repitió la votación en tres mesas observadas que tenían al menos 720 electores, y la diferencia entre el MAS y R2025 era nada mas de 301 votos. Todo era posible.

Antes de la segunda vuelta, inició la arremetida del MAS para darle verosimilitud a la narrativa del ”Fue Golpe, no Fraude” y mejorar la imagen de su alicaído líder, pero resultado del abuso de poder perdieron las cuatro gobernaciones, pero la primera vuelta parece haber tenido un fuerte impacto para la reunificación interna.

Los discursos emitidos por los primeros mandatarios en el Congreso ordinario de la Confederación Sindical de Interculturales de Bolivia realizada en San Julián, Santa Cruz, el 26/3 -en el que participó también Evo Morales-, muestran que se han unificado las posturas: el presidente Arce, enfatizo que “es necesario que las organizaciones sociales mantengan la unidad, porque la “derecha no duerme”. “Si vamos unidos (…) nunca nos van a ganar, siempre saldrán derrotados”; y el vicepresidente Choquehuanca dijo: “Hay que garantizar la unidad, por eso nos tiene miedo, por eso algunos quieren dividirnos entre nosotros, quieren hacernos pelear, hay muchos cuenta q’epis, que llevan chismes de un lado a otro. Hermanos, no van a logar dividirnos. Ya nos estamos uniendo”.

Al fin y al cabo, frente al escenario de ineficiencia en la gestión pública, un parlamento carente del rodillo de los dos tercios, el desastre de la atención del Covid, el cuento de las vacunas y la crisis económica, tienen demasiados problemas para andar divididos, así que todos a coro: “la CIA organizo el golpe a través de Erick Foronda” y Evo renuncio porque no tenía su pantalón café puesto.

Los 919.383 ciudadanos cuyo apoyo han perdido los han unido. Habrá que evaluar como quedan después de la reunión interna post-derrota en La Paz, Chuquisaca, Pando y Tarija.

Eso si no se equivoquen, habrán perdido 6 gobernaciones, pero tienen el control en 6 asambleas departamentales y empatan en tres. Seguro el presidente cumplirá su palabra de no coordinar tareas de gestión con quienes no sean de su partido.