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El Estado destina sólo seis bolivianos cada día para la manutención de cada niño en hogares de acogida, por lo que se constituye en uno de los múltiples problemas que afrontan estas entidades, según datos a los que tuvo acceso Erbol.
La precariedad del funcionamiento de estos centros también se refleja en el atraso para el desembolso de recursos, la burocratización del servicio que se brinda a los infantes y mucha incertidumbre.
El experto en temas sociales, José Luis Bedregal, señaló que actualmente más de 20 mil niños viven en lugares de acogida de todo el país, la mayoría en el departamento de Santa Cruz. No existe un dato preciso, salvo en el caso de La Paz con 1.800 menores.
Entre el 70 y 80% de los internos tiene familia, pero que por una cuestión de disfuncionalidad no pueden vivir bajo el mismo techo.
“No existe una visión, no hay metas, no hay resultados a alcanzar. Hay tres o cuatro meses de retraso en el desembolso de recursos. El estado entrega apenas Bs 6 diarios para la manutención, vestuario, útiles escolares, medicamentos, recreación y cultura”, indicó el psicólogo.
La Iglesia católica atiende a más de 8 mil niños de las ciudades de La Paz y El Alto, con un gasto estimado de 200 mil dólares mensuales.
El experto indicó que no comprendía cómo el Estado lanzaba cuestionamientos y críticas hacia la Iglesia, cuando estas entidades en realidad habían asumido la responsabilidad de cubrir esas falencias.
“La Iglesia atiende a más de 8 mil niñas y niños entre La Paz y El Alto, con un gasto de aproximadamente $us200 mil, en casi 25 centros de acogida y rehabilitación para menores. Es una responsabilidad estatal que lastimosamente se incumple. Existen también comedores donde el Estado no da nada, pero exige médico y trabajadora social”, recalcó,
“Lo que hacen las iglesias y fundaciones son hechos comparables con el milagro de la multiplicación de los panes”.
Hay ausencia de voluntad del Estado
Bedregal indicó que la política de gestión social en Bolivia no tiene metas ni objetivos, lo que repercute en la calidad de atención de los infantes.
“Si vemos de la Gobernación no sabrían decirnos la meta que pretenden conseguir en gestión social. Los niveles salariales en el Hogar Virgen de Fátima son bajísimos y eso dice mucho. Una funcionaria gana 1.800 bolivianos y no la mejoramos hace muchos años. Cuando se elabora nadie dice que se va a invertir un 1,8 %”, confió
Entre seis y 10 bolivianos entregados para desayuno, almuerzo, cepillo de dientes. En los centros de acogida delegados hay que pagar médico, dentista oftalmólogo. Es respetable la labor
Con un presupuesto de 300 bs al mes no se le puede mantener a un menor.
“Como Estado y sociedad tenemos que trabajar para que cada vez sean menos los niños acogidos en hogares, que sean procesos transitorios. Se deben implementar todas las medidas para que los niños vivan con su familia de origen o con la extendida”, concluyó.
Puertas cerradas
Erbol visitó este viernes a cuatro centros de acogida de la ciudad de La Paz, con la finalidad de contrastar la información divulgada y reflejar sus necesidades.
Personal del IDAI, Erick Boulter, IRI y Méndez Arcos evitaron la consulta periodística y no permitieron su ingreso.
En el Erick Boulter, a horas 10:30, “no hay nadie”, dijo una auxiliar, quien ni se tomó la molestia de indagar la identidad.
A horas 10:40, la administradora del Instituto de Adaptación Infantil, María Magdalena Quiroga, sostuvo que cualquier entrevista debía canalizarse a través del Servicio Departamental de Gestión Social.
Diez minutos más tarde, en el Instituto de Rehabilitación Infantil, Rosario Escobar indicó que 17 niños estaban a su cargo, pero que no podría atender debido a la jornada de limpieza.
Finalmente en el hogar Méndez Arcos una persona no identificada manifestó que cualquier contacto debía encararse vía Sedeges.
En el Sedeges se indicó que para cualquier entrevista debe enviarse una nota a la directora y aguardar una respuesta dentro de 48 horas.
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