Sólo 1 de 31 fallecidos en Palmasola tenía sentencia
El jefe nacional de Prevención de Conflictos de la Defensoría del Pueblo, Gregorio Lanza, informó que sólo una de las 31 personas que murieron en la masacre del penal de Palmasola tenía sentencia.
El representante defensorial dijo a Erbol que los datos a los que accedió esta oficina pública, revelan el verdadero estado de situación de la retardación de justicia en las cárceles de todo el país.
“Murió la gente más joven, personas que cometieron delitos menores. Había personas que sólo estaban tres días o tres meses. Es gente que había robado una garrafa, una cartera. Toda esa gente que ha muerto era gente nueva”, indicó.
Según datos extraoficiales, entre los 31 fallecidos estaban identificados autores de robo y por robo agravado, cinco por denuncias de violación y abuso deshonesto, dos por asesinato y otros por narcotráfico o estafa.
“Había un número pequeño que posiblemente tenía una acusación más grave pero que estaba en el grupo que mayoritariamente recién estaba ingresando”, sostuvo.
Lanza señaló que hasta el momento no existe una nómina oficial de muertos y detalles sobre sus antecedentes, pero que sin embargo, por el tratamiento que se daba en el lugar de reclusión, muchos tenían detención preventiva.
“Esto está denotando que no tenemos organización ni procesos adecuados. Resulta que siendo que llaman Chonchocorito a un pabellón de alta seguridad. Al bloque A llega gente que llega a la cárcel. Esta decisión de organización permite que gente que llega a la cárcel para pasar a régimen abierto, tienen que pagar entre $us 500 a mil.
El representante del Defensor del Pueblo sostuvo que este fue el punto de partida para que se produzca la matanza
Algunos familiares de los reos del bloque A denunciaron que la mayoría de los internos de esta sección (régimen cerrado), estaba allí porque no tenían dinero para pagar su estadía en el PC-4. No dijeron sin embargo quien hacía los cobros.
Más dificultades
Gregorio Lanza recordó que los internos del Grupo B son “más avezados” y siempre tuvieron la pretensión de controlar a los de A.
“Por tomar el control del bloque A que significa negocio se ha hecho esta acción criminal terrible”, manifestó.
Recordó que siempre había el riesgo de enfrentamiento entre presos de los bloques, debido a que ambos estaban separados por una malla milimétrica, cuando o correcto era que se construya un muro de ladrillo y cemento.
“Los que atacaron a los del bloque A cortaron la malla para salirse e ingresar al otro lado. Eso es lo erróneo que los separa”, dijo.
Lanza recordó que Palamsola denota cómo están las cárceles. Entre los problemas identificó la falta de recursos humanos, la mala distribución de la población carcelaria, un método arcaico de sistema de visitas.
“Urge que se hagan reformas urgentes y que los procesos sean claros. Hay que definir quienes entran, cómo se transfieren a los otros lugares. Empezar a controlar los bienes que son de disputa y lo que genera conflicto, el ingreso de droga, alcohol u otros bienes. Controlar a los clanes, este es un tema central que habrá que debatir”, confió.
