Política
Iglesia Católica:
‘Pulpo de corrupción y narcotráfico se extendió al Estado’
Monseñor Gualberti, arzobispo de Santa Cruz. Foto: Iglesia Viva.


Domingo, 9 Junio, 2019 - 11:14

La Iglesia Católica observa que, en medio de una creciente disgregación social, el pulpo y los tentáculos de la corrupción y narcotráfico se han extendido a las instituciones del Estado y considera urgente una serie de reflexión y examen de conciencia para ver a dónde se dirige Bolivia.

La posición fue expresada por el Arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, durante su homilía dominical.

Sostuvo que en el país “se han multiplicado hechos de violencia física, psicológica y sexual al interior de la familia, la trata organizada de personas, la división de sectores sociales y de organizaciones, la falta de honestidad de ética e institucionalidad y el pulpo de la corrupción y del narcotráfico que con sus tentáculos a se han extendido a instituciones del Estado”.

En los últimos meses se han destapado casos de corrupción y narcotráfico que involucraron a entidades estatales como la Policía. Recientemente, una exfuncionaria de la Gobernación de Beni fue detenida por supuestamente pertenecer a un clan dedicado al tráfico de drogas. 

“Clima envenenado”

El Monseñor dijo que pareciera que ya no hay espacio para la búsqueda del bien común, el entendimiento, la racionalidad, la escucha y el respeto del otro. Advirtió que todo se mueve por el interés particular con prepotencia, confrontación y medición de fuerzas.

“Este clima envenenado influye negativamente en este tiempo de campaña electoral, donde distintos candidatos dedican sus energías en desprestigiar, calumniar y atacar a los demás candidatos en vez de presentar sus programas y debatir propuestas en el recíproco respeto”, manifestó.

Llamó a realizar un examen de conciencia para ver a dónde nos lleva todo esto y a dónde queremos llegar. “¿No será el momento de dejar de mirar al otro como enemigo y de respetarlo en su dignidad de persona?”, cuestionó.

Preguntó si no será también el momento de la tolerancia, de la reconciliación y de la unidad, trabajando juntos por el bien común y crear condiciones de vida digna para pobres, abandonados y olvidados.

El monseñor Gualberti espera un cambio de actitud de todos si queremos construir una Bolivia en armonía y paz, alejada de algunas prácticas como el aborto que “no es la interrupción del embarazo, sino extinción de un niño o una niña por nacer y, por tanto, una persona humana con el derecho a vivir y no un producto”.