Deportes
Copa América 1997
Revelan drama que vivió la Selección por caso Castillo


Martes, 21 Enero, 2014 - 22:00

29 de junio 1997. Todo estaba listo para la gran fiesta. Bolivia tenía la oportunidad de ganar su segunda Copa América en la historia, nuevamente como el país anfitrión. Pero a diferencia de 1963 cuando vencieron a Brasil en la final, los bolivianos cayeron ante la selección verde-amarilla, comandada por Ronaldo.

Según el exatacante Erwin Sánchez, la derrota importó poco en comparación con la noticia recibida por el equipo local antes de rodar la pelota en el estadio Hernando Siles, en La Paz: el hijo de Ramiro Castillo había sido internado entre la vida y la muerte a un hospital

El autor del gol de Bolivia en la derrota por 3 a 1, Sánchez reveló que la noticia llegó a los vestuarios durante la charla del entrenador español Antonio López Habas. Juan Manuel Castillo, de apenas tres años, tenía hepatitis, en estado grave. Sánchez dijo que la situación bajoneó a los atletas.

"Fue un gran golpe para todos nosotros. Pocos saben de esta historia, entramos al partido muy bajoneados. El juego no nos importaba más, fue triste para nosotros. Teníamos la ilusión de ganar un título de la Copa América jugando con Brasil y con la presencia de nuestro pueblo. Y todo fue cuesta abajo. Horas después del final del partido, el niño murió", recordó Sánchez, quien el lunes asistió a la presentación de la Copa Mundial de Fútbol que llegó a Bolivia en el marco de la gira que realiza por varios países.

Castillo no estuvo en el campo en la final de la Copa América, fue directamente al hospital para comprobar la salud del niño. Mientras tanto, en el estadio Hernando Siles, Edmundo, que reemplazó a Romario, abrió el marcador para los brasileños. Ese gol terminó por destruir de una vez la moral boliviana. Poco después Erwin Sánchez puso el empate con un gol desde fuera del área. Parecía que era posible dedicar un título para Juan Manuel.

El segundo tiempo llegó y el espíritu de lucha del equipo de casa no cesó y  se inició una increíble presión sobre Brasil, Bolivia estampó el balón en el travesaño en tres ocasiones. Tal vez no haya sido un día para sonreír.

En el tramo final del partido, Ronaldo y Ze Roberto anotaron y decretaron el triunfo por 3-1. Después del título, el técnico Zagallo soltó la famosa frase “ustedes van a tener que engullir”. Una respuesta a los críticos de su trabajo al mando de la selección.

Al día siguiente, Bolivia perdió a Juan Manuel, un niño que tuvo un cuadro de salud agravado y que no resistió a la dolencia. La muerte temprana dejó a Castillo sin rumbo ni horizonte. La depresión se tornó inevitable y Chocolatín perdía motivación por la vida.

El 18 de octubre de 1997, el jugador de la selección boliviana fue encontrado muerto con una soga atada al cuello. El caso causó conmoción nacional, porque Catillo era un ídolo, en una época cuando jugaba para Bolívar, uno de los principales equipos de La Paz. (Tomado de Globo.com)

Texto original en portugués

Dia 29 de junho de 1997. Estava tudo pronto para a grande festa. A Bolívia tinha a oportunidade de conquistar a sua segunda Copa América na história, e novamente como país anfitrião. Mas, diferentemente de 1963 quando bateu o Paraguai (en realidad jugó con Brasil) na final, os bolivianos caíram na decisão para o Brasil de Ronaldo. Segundo o ex-atacante Erwin Sánchez, uma derrota que pouco importou comparada à notícia recebida pelo time local antes de a bola rolar no Estádio Hernando Siles, em La Paz: o filho de Ramiro Castillo havia sido internado entre a vida e a morte em um hospital.

Autor do gol da Bolívia na derrota por 3 a 1, Sánchez revelou que a notícia chegou ao vestiário durante a preleção do técnico espanhol Antonio Lopez Habas. Juan Manuel, de apenas três anos, estava com hepatite, em estado grave. Sánchez diz que a situação abalou os atletas. 

- Foi um grande baque para todos nós. Poucos sabem dessa história, mas entramos em campo muito abalados. O jogo nem nos importava mais. Foi triste para nós. Tínhamos a ilusão de ganhar um título da Copa América sobre o Brasil diante no nosso povo. E tudo foi por água abaixo. Horas depois da partida, o menino morreu – lembrou Sánchez, que nesta segunda-feira participou do evento do Tour da Taça da Copa do Mundo, na Bolívia, como um dos convidados da geração dos anos 90 que conseguiu vaga para o Mundial de 1994.

Castillo não foi a campo na final da Copa América. Partiu direto para o hospital para verificar o estado de saúde do filho. Enquanto isso, no Estádio Hernando Siles, Edmundo, escalado para substituir Romário, abriu o placar para os brasileiros. A desvantagem poderia destruir de vez o ânimo boliviano. No entanto, os mandantes chegaram ao empate com um gol de fora da área de Erwin Sánchez, com falha de Taffarel. Pareciam querer dedicar um possível título a Juan Manuel.

O segundo tempo veio e o espírito de luta do time da casa se revelava infinito. Numa pressão incrível sobre o Brasil, a Bolívia carimbou a trave por três vezes. Talvez não fosse mesmo um dia para sorrir. Na reta final da partida, Ronaldo e Zé Roberto marcaram e decretaram o triunfo canarinho por 3 a 1. Depois do título, o técnico Zagallo soltou a famosa frase: “Vocês vão ter que me engolir!”. Uma resposta aos críticos de seu trabalho no comando da Seleção.

No dia seguinte, a Bolívia perdeu Juan Manuel. O menino teve o seu quadro de saúde agravado e não resistiu à doença. E o pior talvez ainda estivesse por vir. A morte precoce do filho deixou Castillo sem chão, sem rumo, sem horizonte. A depressão tornou-se inevitável. Com ela veio o desgosto pela vida. No dia 18 de outubro de 1997, o jogador da seleção boliviana foi encontrado morto com uma gravata amarrada no pescoço. O caso causou comoção nacional, pois Castillo era um ídolo e na época atuava pelo Bolívar, um dos principais times da capital La Paz.