Cultura
Un año más para "aynirse" con el Ekeko
Alasita 2015, un espacio de convivencia familiar
Con la inauguración de la tradicional Feria de Alasitas miles de personas se congregaron para comprar sus billetitos y miniaturas.


Sábado, 24 Enero, 2015 - 17:57

Hoy se celebra el día del Dios de la abundancia y la fortuna, El Ekeko. Con la inauguración de la tradicional Feria de Alasitas, miles de personas se congregaron para comprar sus billetitos y miniaturas convirtiendo al Campo Ferial del Bicentenario, plazas y avenidas de la urbe paceña en un espacio de convivencia. 

Luego de la acostumbrada “ch’alla” de los deseos adquiridos y su bendición en la Iglesia más cercana, una buena parte de los compradores disfrutaba de un “plato paceño” o un “chairo”. Los típicos platillos del 24 de enero eran servidos por doquier en cada esquina de la ciudad y en los alrededores del campo ferial, convirtiendo los espacios verdes aledaños en un ocasional comedor o “picnic”.

 “Están baratos los platos y como aquí ya no tengo campo la gente se sienta a comer en los pastos, hemos preparado 200 platos de ‘plato paceño’, a Bs 15 cada uno”,  dice Rosa, una de las vendedoras de comida, que armó su toldo al final de las gradas que conectan la calle Capitán Ravelo y la feria.

Otro plato especial preparado para la ocasión es el “chairo”, que de igual forma era degustado en los jardines anexos a la Alasita.

 “Está rico, no es lo mismo comer chairo cualquier otro día, lo tradicional es comer hoy, y como la Alasita comienza al medio día, aprovechamos de almorzar en familia, aquí sentados en el pastito, el cansancio también, además de aquí nos distraemos mirando”, relata Orlando, quien se encontraba junto a su madre y su hija disfrutando de la sopa.

Así, la población se aglutinaba en cualquier puesto de comida ambulante para poder saciar el hambre y cumplir con la tradición culinaria del 24 de enero, día del Dios de la abundancia y de las compras.

Luego del frugal almuerzo, siguieron comprando sus deseos que van desde desde billetitos de diferentes cortes, casitas, terrenos y hasta wawas, empleadas y gallitos o gallinas.

 "Ayni con el  Ekeko", una devolución de favores

 Sin embargo, como sólo algún sector de la ciudadanía lo sabe, esta costumbre no inicia el 24 al medio día, sino a la media noche. Un gran grupo de personas empieza la compra de billetitos y miniaturas al minuto de haber comenzado el 24 de enero. Muchos dicen que a esa hora se atrae más a la suerte, sin embargo, el principal propósito es “Aynirse con el Ekeko”, la devolución.

Iban a dar las 23.30 del 23 de enero, y como hace muchos años, la gente se reunió en la calle Simón Bolívar de la ciudad de La Paz. Unos compraron billetitos, otros casitas, canastitas de víveres, chuspitas con plata, autitos, terrenitos y demás miniaturas.

Una vez adquiridos los amuletos de la fortuna, los creyentes se trasladaron hacia la  parte central del Campo Ferial del Bicentenario, con el propósito es alcanzar al Ekeko, una representación del Dios de la abundancia de 1.5m aproximadamente; pieza lítica esculpida por el artista Víctor Zapana Serna en 1977. La intención principal es devolverle los favores recibidos el año pasado.

“La creencia es: lo que usted compró el año pasado, los favores que recibió los tiene que devolver ahora; después de devolverlos usted ya viene a comprar los nuevos billetes o las nuevas bendiciones”, cuenta Esperanza, una de las personas seguidoras de esta tradición. 

Ciudadanos de otros departamentos del país, también llegaron para rendir culto al Dios de la fortuna. Fernando Rocabado, un visitante pandino, dice tener mucha fe en la Alasita, aunque es la primera vez que viene. 

“Mire yo recién primera vez que vengo, porque vengo desde Cobija y esta noche tenía que irme pero como esta larga la fila para comprar tendré que quedarme, compraré billetes y un auto, tengo mucha fe por eso llegué desde Pando”, refiere el pandino.

La creencia de la gente culmina cuando logra llegar y arrojar miles y miles de billetitos a la estatua del Dios Tunupa, tocarlo es misión imposible por la cantidad de cuerpos que se apretujan tratando de acercarse al lugar. Alrededor los infaltables Yatiris, Amawtas y Kallawayas.     

“Lo que tiene que hacer es guardar la ch’alla (billetes de Alasita salpicados de alcohol, flores, mixtura, arroz, azúcar, pasado por el humo de un sahumerio) en un pañuelo bien amarradito en un sitio donde guarde su dinero para que no le falte y al año, si Dios y la Virgen lo permiten, estará contando esta plata de verdad”, explica Isidro Roque, maestro Yatiri.

Muchos lograron la anhelada cercanía con el Ekeko de piedra: verlo, tocarlo, mojarlo de alcohol o cerveza, devolverle los favores recibidos de su bonanza, el pasado año. Agradecerle por que en el hogar no faltó lo necesario. 

Una oportunidad más para “Aynirse” durante otro año con el Dios de la fortuna, la abundancia y los deseos…  “Ayni con el Ekeko”.