Ciencia y Tecnología
Nueva vacuna trata cáncer de pulmón
Grupo de científicos reunidos en Buenos Aires donde el jueves tuvo lugar la presentación de la vacuna.
Grupo de científicos reunidos en Buenos Aires donde el jueves tuvo lugar la presentación de la vacuna.


Martes, 19 Mayo, 2015 - 12:19

Científicos presentaron una innovadora vacuna terapéutica, Racotumomab, que significa una nueva opción para alargar y aliviar la vida de pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas, el más frecuente.

Según sus desarrolladores "es el mayor avance en tratamientos para este tipo de cáncer en los últimos 10 años que se convierte en un medicamento disponible para pacientes" y "demostró triplicar el número de pacientes que logran vivir dos años luego de iniciado el tratamiento", según un estudio presentado en la reunión anual de ESMO (The European Society for Medical Oncology) de 2012 que se llevó a cabo en Viena y, a modo de lanzamiento, nuevos resultados se presentaron ayer en la reunión anual de ASCO (American Society of Clinical Oncology) que se realiza desde este 31 de mayo al 4 de junio próximo en Chicago. Se trata de los dos encuentros científicos en oncología más relevantes a nivel mundial, que reúnen a médicos, científicos y a la industria farmacéutica. Racotumomab es resultado de 18 años trabajo de un consorcio público-privado de investigación del que participaron más de 90 científicos pertenecientes a instituciones argentinas líderes en investigación científica y tratamiento del cáncer. En Argentina recibió el apoyo de los ministerios de Salud y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

Buscando resultados

Se trata de una innovación en el tratamiento y la búsqueda de calidad de vida para quienes tienen cáncer de pulmón en estado avanzado. Como uno de los puntos clave a la hora de convertirse en una nueva opción: no produce náuseas, vómitos ni caída del cabello. Su aplicación no requiere internación ni frecuentes idas a la clínica sino que es un tratamiento ambulatorio, claro está que con prescripción médica mediante: mientras que las primeras cinco dosis son cada 14 días luego se aplica un refuerzo mensual de mantenimiento, cada 28 días exactamente. Por ahora es sólo para cáncer de pulmón, más concretamente para pacientes con cáncer pulmonar avanzado de células no pequeñas y que ya han pasado por otros tratamientos como la radioterapia y la quimioterapia, pero el grupo médico argentino no descarta que se amplíe a usos combinados e incluso a otros tipos de tumores.

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"Para ser específicos y no crear falsas expectativas" el equipo aclaró a El País que no es que la vacuna confiera dos años más de sobrevida a los pacientes, sino que "durante la investigación a la hora de medir la respuesta de los tratamientos el uso de la vacuna triplica el resultado de sobrevida, y del 8% de pacientes que están vivos a los dos años con los tratamientos convencionales, con la vacuna se pasa al 24%". "Se logra que más pacientes vivan más tiempo", aseguraron los responsables del proyecto, y agregaron que a la hora de ponerse en la cabeza de los sistemas de salud y de seguridad social, de las mutualistas o de los servicios de medicina privada que deben proveer a los pacientes los productos para el tratamiento del cáncer, la vacuna tiene un costo similar al resto de los tratamientos.

"Los tratamientos oncológicos, por su desarrollo y complejidad, son productos de alto precio y esta vacuna está dentro de ese rango incluso con un precio más moderado que otros productos biotecnológicos nuevos", aseguraron.

Argentina es el primer país del mundo en el que estará disponible, a partir de mediados de julio. Fue también aprobada en Cuba y ya está licenciada para 25 países de América y Asia. Brasil, México, Uruguay y Turquía son los que están más cerca de iniciar su proceso de aprobación y lanzamiento. De hecho, según expusieron los médicos, el laboratorio local que se encargará de la distribución ya ha enviado la documentación para su aprobación ante la Secretaría de Salud: "Los organismos de cada país tienen que dar su aprobación y esperamos que el tratamiento pronto pueda estar disponible en Uruguay y en otros países", dijeron.

Expectativas

Antes de la presentación en Chicago, que coincidió con el Día Mundial Sin Tabaco, El País entrevistó en Buenos Aires a tres de los desarrolladores de esta innovación oncológica, los prestigiosos médicos argentinos Daniel Alonso -director científico del Consorcio de Investigación, Desarrollo e Innovación del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes (UNQ)-; Roberto Gómez -director médico del Laboratorio Elea con más de 20 años de trayectoria en la industria farmacéutica-; y Luis Enrique Fein -uno de los investigadores del ensayo clínico de la vacuna que, con más de 35 años de experiencia, es el director de Investigación del Instituto de Oncología de Rosario y presidente del Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología (Gaico).

-¿Qué significa esta vacuna terapéutica para médicos y pacientes?

Daniel Alonso: -Se trata de una vacuna terapéutica, un nuevo tratamiento oncológico y el término más correcto sería una inmunoterapia activa. Lo que busca y logra este medicamento es que al ser inyectado en el paciente con cáncer de pulmón se despierte la inmunidad del propio paciente, reconozca específicamente las células cancerosas y las ataque. Un gran tema que tiene el desarrollo de tumores en los pacientes es que tienden a enmascararse ante el sistema inmunológico, eso se debe a que son tejidos derivados del propio organismo y esas células son toleradas de alguna forma por el sistema inmune, no se ven como algo externo. Por tanto, si el paciente desarrolla un tumor probablemente su sistema inmunológico no esté alertado de su presencia o no pueda atacarlo y entonces lo que logra esta inmunización es reactivar y desenmascarar de alguna manera al tumor para que sea atacado por el sistema inmunológico.

Luis Enrique Fein: -Hasta ahora para estos pacientes con este tipo de cáncer avanzado y por definición incurable existe un tratamiento clásico mediante la radioterapia y la quimioterapia y nuestra vacuna viene a sumarse a esas posibilidades. Lamentablemente no hemos encontrado una vacuna que lo cure pero sí lo que llamamos un nuevo tratamiento paliativo cuya intención es aliviar y prolongar la vida del paciente lo más posible. Por eso al tratamiento estándar esta vacuna agrega tres cuestiones interesantes: la primera es que hace al menos una década que no había innovaciones para este tipo de pacientes y que se hace la misma quimioterapia con distintas drogas combinadas, y la misma radioterapia con aparatos más nuevos o más viejos, pero se trata de las mismas armas terapéuticas; y por otro lado esta vacuna abre un campo nuevo que es el uso de la inmunoterapia activa, o sea, hacer que el propio paciente sea capaz de rechazar su propia enfermedad, y en consecuencia complementa los tratamientos que tenemos, aunque hasta el momento no está aprobado el uso concomitante con la radioterapia y la quimioterapia. Por ahora el enfoque ideal de uso es en aquellos pacientes con este tipo de cáncer de pulmón -que es el más común- que ya han pasado por la radioterapia y la quimioterapia. Esos dos tratamientos logran un alivio en los pacientes ya que hacen que la enfermedad retroceda o que el paciente estabilice su enfermedad, pero los médicos sabemos que irreversiblemente va a volver a recrudecer y será letal y ahí es donde esta vacuna terapéutica o inmunoterapia activa les agrega tiempo, se ha logrado una respuesta tal que tardan más en recaer.

-¿Qué repercusión tiene en la industria farmacéutica?

Roberto Gómez: -Para la industria farmacéutica en general este nuevo blanco de acción terapéutica es un concepto revolucionario, porque si bien hay varias inmunoterapias y vacunas terapéuticas en desarrollo ésta es la primera que logra la aprobación en Argentina. Y tiene una importancia adicional: es, no quisiera decir el primero porque por ahí hay otros productos que no tengo presentes, pero sí hay muy pocos ejemplos, por no decir ninguno, de productos totalmente innovadores desarrollados por empresas del hemisferio sur.

-¿Cuáles son las expectativas tras la presentación en Chicago?

Daniel Alonso: -Es algo que no tiene precedentes y es el orgullo de ver que la buena ciencia de un proyecto de esta naturaleza luego de un proceso complejo, ha llegado a la aplicación en el paciente. Porque uno ve que grandes hallazgos de los grupos científicos latinoamericanos se publican en revistas prestigiosas pero luego o no se capitalizan a favor del paciente o ese conocimiento se termina capitalizando en proyectos de empresas multinacionales en el hemisferio norte.

Luis Enrique Fein: -Veo la expectativa desde dos puntos: como médico en donde es terriblemente importante porque tengo un nuevo tratamiento y desde el punto de vista de los pacientes se les ofrece una alternativa diferente al tratamiento que se tenía hasta ahora. Yo creo que el descubrimiento generará en la comunidad científica mundial un poco de asombro y hasta de escepticismo al principio al menos hasta que se profundice y puedan ver los resultados de la vacuna, con lo que va a haber una aceptación. La comunidad científica tiene hasta la obligación de ser escéptica con lo nuevo. Pero creo que va a repercutir favorablemente.

Roberto González: -Como pasa con toda innovación van a haber preguntas, pacientes que se esperancen y gente crítica porque es una noticia que tiene impacto económico y afecta también intereses comerciales por parte de la competencia farmacéutica.

-¿Se puede decir que mejora la calidad de vida del paciente?

Luis Enrique Fein: -La mayoría de los pacientes que vemos en esta etapa están atados a un suero endovenenoso y a lo que se llama un hospital de día, ya que para la administración del tratamiento tienen que pasar allí unas horas o hasta varios días en el caso de la quimioterapia. En el caso de la radioterapia implica más de un mes de traslados diarios a un centro de salud. La idea de esta vacuna es que lo aplique personal entrenado, pero puede ser un enfermero entrenado. Se aplica y el paciente se va a su domicilio sin ninguna precaución más que las habituales para una vacuna intradérmica. O sea que es una cosa que simplifica mucho el tratamiento de los pacientes.

La colaboración de Uruguay y la innovación

Sobre cómo evalúan el desarrollo actual de la innovación médica en el Conosur, Daniel Alonso señaló: "Estamos asistiendo y siendo testigos del nacimiento de una nueva época donde la ciencia empieza a ocupar un lugar importante en el desarrollo económico de los países; donde la ciencia no es una actividad casi artística de algún rinconcito sino que es una actividad importante para la generación de productos que algún día pueden llegar a la gente y que incorpora valor económico. Esto va a implicar un cambio de paradigma muy significativo para toda la región, no sólo para Argentina, sino también para Uruguay, para Brasil, para Chile. Toda la región va a ser testigo de eso". Alonso se refirió a la importancia que tuvo para el desarrollo de la investigación "las interesantes colaboraciones y diálogo científico con grupos uruguayos, que tienen muy buena ciencia y muy buenos cuerpos médicos" y puntualizó que ese intercambio con Uruguay se dio en una etapa temprana del proyecto con colegas del Instituto de Higiene como Alejandro Chabalgoity en la etapa preclínica, de administración en animales; y más recientemente colaboraciones con el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular que dirige Henry Engler. "Y en ambos casos se trató de una colaboración muy importante y satisfactoria", dijo el científico.

Avance científico

Se trata de un desarrollo argentino-cubano que plantea un novedoso tratamiento que induce al organismo a responder inmunológicamente contra las células tumorales de pacientes con estadios avanzados de esa enfermedad. Y si bien este tratamiento no cura la enfermedad, logra que "más pacientes vivan por más tiempo", mejora la calidad de vida ya que se aplica de forma ambulatoria, casi no tiene efectos colaterales y ataca sólo las células tumorales. La vacuna terapéutica estará disponible en julio en Argentina y ya se iniciaron los trámites ante las autoridades sanitarias para la aprobación de su uso en Uruguay. Racotumomab es resultado de 18 años de trabajo de un consorcio público-privado de investigación del que participaron más de 90 científicos.

tomada de: elpais.com.uy