MENSAJE POR 10 DE OCTUBRE
Título: 

Ruta de la Democracia: ‘lograr una verdadera separación de poderes sigue siendo una tarea pendiente y fundamental’

A propósito de los 39 años de vida democrática en Bolivia, las organizaciones de la Ruta de la Democracia emitieron un pronunciamiento en el cual destacaron que ‘lograr una verdadera separación de poderes sigue siendo una tarea pendiente y fundamental’ y que esperan de oficialismo y oposición una coexistencia pacífica.

En el texto, la Ruta de la Democracia señaló que Bolivia tiene aún un largo camino por recorrer para alcanzar la madurez democrática.

Se indica también la coexistencia pacífica de oficialismo y oposición sólo es posible cuando comparten valores.

Las organizaciones expresaron su compromiso con la democracia y superar los graves problemas que enfrenta Bolivia en temas de justicia, división de poderes, vigencia plena de la institucionalidad y respeto a los derechos humanos.

El texto íntegro

A SEGUIR CONSTRUYENDO LA DEMOCRACIA EN BOLIVIA

Las organizaciones de la sociedad civil de La Ruta de la Democracia, reunidas para conmemorar 39 años de proceso democrático, constatamos avances y retrocesos que hacen que en Bolivia exista una democracia en transición afectada por permanentes amenazas para la construcción de una sociedad que goce de mayor calidad democrática, con inclusión y pluralismo. 

Bolivia tiene todavía un largo camino por recorrer para alcanzar madurez democrática. La alta participación que caracterizó los últimos eventos electorales es positiva, pero insuficiente para asegurar una verdadera cultura democrática en todas las dimensiones que esta implica. 

Se espera que en democracia, oficialismo y oposición coexistan pacíficamente, como componentes del mismo sistema por más tensa y difícil que resulte esa relación, pero ello solo es posible cuando entre los opuestos se comparten valores, como la igualdad ante la ley, el pluralismo, el respeto a la institucionalidad democrática, al Estado de Derecho, el pleno respeto a los derechos humanos y al ejercicio de las libertades fundamentales. 

Solo de esta manera se puede evitar la confrontación violenta. Iniciamos octubre, con un alto número de conflictos en los que domina la lógica de imponer y no de convencer, se abandona el diálogo constructivo o la mediación por narrativas polarizantes. En estas condiciones es muy difícil construir una sociedad democrática en la que prevalezca una cultura de paz. 

A 39 años de vida en democracia, lograr una verdadera separación de poderes sigue siendo una tarea pendiente y fundamental. No es posible la convivencia democrática sin justicia independiente, sin inclusión de la diversidad cultural, regional, de género o generacional, tampoco lo es sin la libertad de pensamiento, o sin el derecho a disentir. 

Hoy es urgente retomar una agenda nacional de recuperación de la institucionalidad democrática: Un órgano electoral imparcial que asegure elecciones libres y limpias; una justicia independiente que tutele las garantías y derechos de los ciudadanos, un Ministerio Público autónomo que procure investigaciones genuinas. Dichas condiciones institucionales son indispensables para la vigencia del Estado de Derecho y la convivencia democrática y plural. 

La participación de la sociedad civil y su contribución para lograr una democracia de calidad es esencial. Hoy nuestro compromiso con la democracia y la paz es sólido, con objetivos claros para superar los graves problemas que enfrentamos en el corto y mediano plazo: justicia, división de poderes, vigencia plena de la institucionalidad y respeto a los derechos humanos.